El Domingo a la mañana le pregunté a mi madre si no tenía ganas de votar, y
le ofrecí acompañarla.
"No. Ningún interés en votar. Hace rato que pasé los 70. Además, me
toca en La Rural, nada menos: con todo el barro y la bosta que tuve que soportar
en el campo, imaginate si voy a ir a La Rural … “
A mí me fue muy bien: todo tranquilo, poca gente, y una sorpresa cuando el
presidente de mesa me dice mi nombre en Francés ("con ese apellido"
...).
Una mujer en la mesa se enganchó y dijo que ella también era franco-argentina y nos
pusimos a charlar sobre la forma de votar en Francia; comentamos diferencias
y destacamos que el ballotage que estábamos estrenando lo hemos importado
de los Frenchos.
El presidente de mesa super interesado y participativo, me pidió que le enseñara algunas palabras en Francés. (La asistencia era escasa, para mí que el hombre estaba un poco aburrido).
El presidente de mesa super interesado y participativo, me pidió que le enseñara algunas palabras en Francés. (La asistencia era escasa, para mí que el hombre estaba un poco aburrido).
Más tarde fui a casa de mi madre para presentar mis respetos.
(Mi ofrecimiento de acompañarla a La Rural tenía una buena dosis de interés en matar dos pájaros de un tiro: voto y ver a la vieja, pero - siguiendo con las comparaciones balísticas - me salió el tiro por la culata).
En cuanto llegué, le conté la anécdota del voto bilingue:
(Mi ofrecimiento de acompañarla a La Rural tenía una buena dosis de interés en matar dos pájaros de un tiro: voto y ver a la vieja, pero - siguiendo con las comparaciones balísticas - me salió el tiro por la culata).
En cuanto llegué, le conté la anécdota del voto bilingue:
"Pero por favor, no hay comparación posible! - el sistema de Francia es mil veces mejor: en Francia no te joden con voto obligatorio, y además las urnas de ellos son mil veces más lindas que las cosas de cartón que usan acá".