domingo, 27 de noviembre de 2016

Una buena anfitriona




No me queda más remedio, los voy a tener que invitar”. Su tono lo dice todo: pudo pasar mucho tiempo sin ofrecer ni un vaso de agua cuando el viejo estaba enfermo y mientras que transitaba la reciente viudez. Pero después de dos años ya no da más para posponer lo inevitable. La buena educación, la cortesía, el protocolo  que la rigen la obligan a retribuir alguna vez.

Les digo que vengan tipo 6 o 6 y media y ya está”. Qué te pasa, te volviste yanqui? Tenés pensado morfar cuando todavía brilla el sol?

Pero Mon Dieu, será posible que no entiendas? - justamente a las 6 ya tomaron el té, vienen todos bastante comidos y yo los puedo arreglar con cualquier cosa”.

Ahí reconozco que entré en pánico. Una reacciona en forma incontrolada a todo lo que marcó durante la niñez. Cualquier cosa tal como lo entiende la que se jacta de ser la inventora del sanguche de puré puede ir más allá del espanto tolerable para el paladar humano. Qué podés esperar de la que un buen día fue capaz de agarrar dos rebanadas de pan lactal y un puré viejo y frío en la heladera, y armar eso como venía en un sándwich?

Ella contó mil veces que cuando era joven su madre no le permitía entrar en la cocina “porque ese no era su lugar”. Las manos finas y elegantes no se debían estropear manipulando elementos de cocina, y los bifes y fritangas dejan olor en el pelo. Quién puede tener ganas de lavar, marcar y peinar toda una cabeza por un simple bifacho que se comió en tres minutos?

En estos tiempos de Ni Una Menos, con los temas del acoso y el abuso tan difundidos en los medios, me pregunto cómo se debería llamar lo que sufrimos nosotros. Será maltrato nutricional?

 “- Claro. Me imagino algo simple. Lo importante es juntarse y compartir. Qué tal unas empanadas y vino con helado de postre?” - Sugerí agradeciendo que en este milenio todo eso se consigue por teléfono y llega como por arte de magia a la hora requerida.

Por desgracia, la idea no prendió: “no somos Franceses para invitar a una comida tan Argentina, además, las empanadas las comen con las manos .... un horror cómo quedan las servilletas de hilo y las alfombras buenas siempre terminan con alguna mancha. Cómo se nota que no sos vos la que tiene que andar después detrás de Mary para que limpie todo a fondo  ….”

Lomo al horno con papas a la crema, ensalada y mi famosa mousse de chocolate le pareció más adecuado, dando por tierra con mi optimismo y esperanzas de no tener mucho que hacer para que Señora Madre cumpliera con sus obligaciones sociales.





Llegué el día indicado a la hora convenida con los brazos cargados de todo el catering preparado en casa y fui recibida por una hermana mayor de Grace Kelly, enfundada en un conjunto blanco espectacular. Me dí cuenta que era el mismo que usó para el entierro del viejo (“demasiado calor para negro, y en fin de cuentas, el blanco es el luto de las reinas” había dicho entonces).

Los amigos fueron llegando y cuando ofrecía la primer ronda de bebidas noté una botella de whisky pura malta bien a la vista en el bar. La bífida que existe en mí hizo un comentario sobre lo mal que la pasan algunos, sabiendo perfectamente que esa botella tenía que ser traída por el Lord. Un gélido “sí, este whisky lo dejó él, así que no te lo tomes todo, o comprá mañana mismo otro igual” me puso en mi lugar.

 Como no podía ser de otra manera, la conversación fue directo hacia recuerdos e historias con el viejo. Daniel recordó que una vez en el campo, siendo mediodía, El Francés les ofreció que se quedaran a almorzar, y les sirvieron una gran fuente de arroz blanco. Solo. Nada más. Quizás mis carcajadas estuvieron de más, pero prefiero reír que llorar.

La comida salió muy bien. No estuve demasiado en la mesa porque iba y venía entre la cocina y el comedor. Iba lavando toda la vajilla porque ya sabemos que no hay porcelana que resista a la brutez de las mucamas de hoy en día. Alcancé a oír los cumplidos de los invitados, a todos les pareció riquísima la mousse y mi madre tuvo la humildad de admitir “tampoco es para tanto, debo reconocer que Ella me ayudó un poco”.

Serví el café para todos. Para todos menos yo, porque no quedan más que 5 tazas del juego de Limoges.

La cocina ya iba quedando impecable para cuando se fueron los primeros. Muy egoísta, aproveché para "bajar con ellos" (es decir, huír cuanto antes). En medio de agradecimientos de los invitados, me fui con las palabras de despedidas de la anfitriona “de nada. Por favor, un placer … cierto … a estas alturas … agotada … pero le puedo ver lo  bueno, valió la pena: después de hacerles todo esto, me quedan sobras para no cocinar durante todo el fin de semana”. 



viernes, 18 de noviembre de 2016

El safari




Después de un corto vuelo desde Johannesburgo, llegué a Nelspruit.


Foto: importante - ver en el extremo derecho un container tipo jaula color azul: ahí ponen todos los equipajes de mano que son rígidos. Aunque cumplan con el tamaño y peso requeridos, attaché o carry-on con rueditas y manija son recogidos al lado de la escalera del avión, y devueltos al llegar a destino del mismo modo:  en la pista, al lado del avión. El único equipaje de mano permitido en estos vuelos debe ser blando (como un bolso para el gimnasio).

Volé por Air Link, una subsidiaria de South African Airways. Avión chico en serio. Era un Embraer 135, y tenía capacidad para unos 30 pasajeros. Una sola azafata, una belleza de ébano que podría ser top model en cualquier lugar del mundo, y que se despidió de nosotros con un inusual “gracias por elegirnos. Cuídense y que Dios los bendiga a todos”.




En el aeropuerto de Nelspruit me esperaba mi transfer, que resultó ser un chofer para mí sola en un Toyota (Corolla o similar). Unas dos horas de viaje por rutas impecables. Lo ideal, es poder llegar directamente a Hoedspruit. Desde allí el mismo lodge ofrece el transfer en forma gratuita, pero, son aviones chicos (más chicos aún), y no se pudo conseguir lugar (narrado en este post: http://laveritedelamilanesa.blogspot.com.ar/2016/10/dia-29-entre-noquis-y-zozobra.html).

Me alojé en el Kapama River Lodge. Ya lo dije, pero tengo que repetirlo: si éste es el más básico de los Kapama, no quiero imaginar lo que serán los otros!
Rústico. El rústico con buen gusto y los servicios y todos los detalles que hacen que esa rusticidad a su manera, también sea 5 estrellas. Nada, pero nada mal!




Al llegar a Kapama,  me ofrecieron un trago de bienvenida,  hojas varias con horarios y explicaciones del sistema del lodge y muchas alusiones sobre las bondades del  spa (extra) en el cual jamás pisé. Me interesaba mucho más la pileta. 




De ahí a la habitación y … madre mía! Me esperaba algo bueno, dentro de este estilo falsamente sencillo,  pero superó lo que me imaginaba: la amplitud, la máquina de Nespresso Y la cafetera tradicional, esa bañadera con vista al bush (bosque, yuyos, o como quieran decirle) … los productos de tocador … de locos! Moderada como es mi costumbre,  mandé whatsapp a mis hijos con un par de fotos y el mensaje:  “me morí y me fui al cielo !!!”









Un día de safari empieza a las 5 de la mañana. Te llaman para despertarte, y la gente va llegando al comedor para tomar café, té galletitas y algún bizcochuelo. Un tanto básico, justo lo necesario para arrancar rápido.




El primer safari es de 6 a 9 de la mañana. En los jeeps va  un máximo de 8 personas, con el Ranger (guardaparques) y el tracker (guía). El tiempo pasa volando, no alcanzan los ojos para mirar por todas partes y mientras que uno va viendo todo lo que lo rodea: el camino, la vegetación, los impalas por doquier y de pronto … así nomás, caminando  delante tuyo  como Pancho por su casa, aparece una jirafa, un grupo de cebras, un elefante o un león! 

Se detiene el jeep, te piden hacer silencio, todo el mundo empieza a largar suspiros de admiración, sorpresa, asombro (más el infaltable  grito de alguna desubicada) y a sacar fotos se ha dicho!






Las fotos no son buenas. La mayoría son sacadas muy temprano por la mañana o después de la caída del sol. La falta de luz no ayuda. No se puede discutir que un safari merece algo mejor. Todos mis compañeros de Jeep empuñaban sus Nikkon y sus Canon con teleobjetivos y filtros de un metro de largo, y yo, gatillaba tranquila a veces con el teléfono, a veces con el Ipad. Papelón total! 






Al promediar el recorrido se hace una parada para necesidades “técnicas” de quién así lo quiera/necesite (dónde? para qué están los arbustos y los yuyos?). Mientras, el tracker saca una mesa plegable, le-pone-un-mantel, y aparece un picnic - desayuno. Estos fueron algunos de mis momentos favoritos: parar en medio del parque, bajar del Jeep, mirar a mi alrededor con una taza de café en la mano y decirme "la gran siete ... estoy en Africa!"



Retorno al lodge hacia las 9, con desayuno con todas las de la ley: huevos, salchichas, pancenta, panqueques … el tercero, por si te hubieses quedado con algo de hambre.

A mediodía es el almuerzo, que es todo tipo buffet: hay suficiente variedad como para que cada uno encuentre algo que le guste (desgraciadamente, algunas encontramos que nos gusta casi todo ...).
Eso sí: se nota la influencia del colonialismo Inglés,  porque lo más flojo son los postres.









Después del almuerzo, hay tiempo libre hasta las 4 (pileta, siesta, actividades extras: globo aerostático, paseos a pie – con guía armado -, visita a un centro de rehabilitación de animales … o el spa, que a mi …gracias, pero paso!).



Nuevo safari entre las 4 y las 7, con nueva parada a medio tiempo. Esta vez, con los “sundowners” (los bajados del sol, o “bajadores” del sol en Inglés)  bebidas, alcohol optativo y algunas cosas para picar. Momento ideal para probar carnes y embutidos típicos ... mirá si me lo iba a perder!



Vuelta al lodge y cena entre 8 y 9:30. Esta comida es la única que se hace en otro lugar, el “boma”  (el lugar donde se hace el braai: carnes asadas). También es la única comida donde los lugares están preestablecidos: cada ranger preside “su” mesa con su grupo. Momento para preguntas y escuchar anécdotas de safaris anteriores. Me resultó perfecto, sumamente disfrutable.

Una pareja de recién llegados en la primera noche se negaron a comer con el ranger. Les armaron una mesa para dos (para algo pagan lo que pagan), y a la mañana siguiente, se unieron a nuestro grupo en el safari. Eran de Tanzania. (nos quedamos pensando para qué les interesaría hacer un safari en Sudáfrica, pero … sobre ideas y gustos …). 

Jamás entablaron conversación con  ninguno de nosotros. Iban filmando los recorridos durante un buen rato, y durante el resto del trayecto, miraban una y otra vez sus propios videos.




Había tres Brasileros en nuestro grupo. Los padres con una hija de 20 y algo. 

La madre apareció todos los días con un conjunto diferente, impecablemente peinada y maquillada como para una fiesta.  (A las 6 de la mañana ...).

La niña jamás sacó una foto normal, todo selfies. Venía el elefante, ella le daba la espalda, y se sacaba las fotos haciendo mohínes y con el animal como telón de fondo. A ver: alguna foto para tu Facebook, te lo tomo, pero todas las fotos del safari con la cara de una en primer plano?

El padre se contentaba con mirar  uno o dos videos de partidos de fútbol en cada safari. Apagaba o bajaba el sonido cuando nos aproximábamos a un animal. Hay que reconocer que el hombre era considerado.

Después de tres días, 6 safaris, y unas 20 horas de Jeep acumuladas en mi trasero, me tuve que despedir de Kapama.

Disfruté muchísimo. Volvería mañana mismo. Un viaje totalmente inolvidable. Aprendí muchísimo sobre Africa, su historia, su geografía y su fauna.

Volví - una vez más - con más preguntas que respuestas sobre la especie humana.






Nota: esta es la última publicación sobre el viaje a Sudáfrica.
Los posts sobre los preparativos y el resto del viaje están acá:

http://laveritedelamilanesa.blogspot.com.ar/2016/09/ella-viaja-sola.html

http://laveritedelamilanesa.blogspot.com.ar/2016/09/preparativos-de-viaje.html

http://laveritedelamilanesa.blogspot.com.ar/2016/10/dia-29-entre-noquis-y-zozobra.html

http://laveritedelamilanesa.blogspot.com.ar/2016/10/viajando-solamente-con-carry-on.html

http://laveritedelamilanesa.blogspot.com.ar/2016/11/una-semana-en-sudafrica-resumen-y-datos.html





domingo, 13 de noviembre de 2016

Una semana en Sudáfrica - resumen y datos




Fue una escapada de 8 días a Sudáfrica, porque, quién puede resistirse a una oferta de LATAM de 12.000 Pesos, pagaderos en 12 cuotas ???
Salida desde Aeroparque con cambio de avión en San Pablo y arribo a Johannesburgo. La llegada: un tanto densa -  más de una hora de cola para hacer migraciones. No sabía aún que la partida sería muuuucho peor !!!
Me alojé en el Hotel Garden Court en Sandton:
Limpio, bien ubicado, pileta y jardín. Nada del otro mundo pero conveniente. Quizás lo más interesante, es que tienen restaurant bastante bueno en el mismo hotel, con una terraza agradable para comer afuera si las temperaturas lo permiten. Evita planificar traslados de noche hacia y desde un restaurant.


 Paseé un poco por la zona, fui al famoso Mandela Square, saqué todas las fotos que pude sacar de cuanto jacarandá en flor se me cruzó en el camino, y no mucho más - por esas cosas del cansancio, los pies hinchados y el jet lag.

Al día siguiente tomé el bus turístico para recorrido de la ciudad y alrededores.
https://www.citysightseeing.co.za/johannesburg
 Es excelente, con comentarios perfectamente sincronizados en 12 idiomas diferentes, ameno y matizado con música africana. Pasé mucho tiempo en el Museo del Apartheid, y recorrí (poco) en algunas otras paradas.



Al día siguiente, avión temprano hacia Nelspruit y ruta hacia el safari lodge (Kapama River Lodge). Fabulosas las instalaciones y el servicio, y se trata del más “básico” de los Kapama, no puedo imaginar lo que serán los otros!
http://www.kapama.com/kapama-river-lodge/
El safari fue el plato fuerte del viaje. Si lo volviera a hacer, me lo dejaría para el final. Para terminar las vacaciones con bombos y platillos.
Me quedé ahí 3 días completos. Estuve a menos de dos metros de elefante, leones, cebras, y jirafas. También ví rinocerontes, hipopótamos, leopardos y búfalos. Cumplido con creces el objetivo de ver a los Big Five, y además de infinidad de antílopes, pájaros varios y otros más. (Ya vendrá relato aparte, con más fotos).


Ultima etapa: Ciudad del Cabo
Ahí me alojé en el Molo Lolo Lodge:
http://www.mololololodge.co.za/
Un hotel boutique un tanto atípico. 6 Habitaciones solamente. Una decoración un tanto loca, y no mucho profesionalismo en el servicio, pero … puede resultar divertido para algunos.
Confieso que con pocos conocimientos y pocas expectativas; me encontré con una ciudad que me pareció mucho más linda y amigable que Johannesburg. La zona del Puerto/Waterfront sería el Puerto Madero de ellos, muy lindo. Mercados en las calles para pasearse, Table Mountain omnipresente, y siempre cubierta por nubes también …




Me pasé los dos días haciendo todos los recorridos del bus turístico con el sistema hop on / hop off que tiene 5 o 6 rutas diferentes, y se pueden ir alternando y haciendo combinaciones, como quien fuera en subte de una línea a la otra.
Conocí viñedos preciosos, hice la ruta de la península. No pude subir hasta Table Mountain. El teleférico estaba suspendido por demasiado viento. Pasé una tarde en una playa lindísima … y me faltó tiempo para seguir. La belleza de las plantas y flores en las afueras de Cape Town es increíble, de hecho, hay una ruta conocida como la Ruta Jardín.



El retorno fue muy largo: de Cape Town a Johannesburgo con 7 horas de espera para tomar mi vuelo de LATAM (los muy ### cambiaron el horario del vuelo y no avisaron, me habían puesto en lista de espera y no pude hacer check-in online). El aeropuerto un caos de gente. Algunos comentaron que tardaron casi 3 horas desde el check in hasta llegar a sala de embarque. 
Jamás como en ese día de la partida me felicité tanto de mi decisión de haber viajado con equipaje de mano solamente!!! Si bien no sabía en qué vuelo iba a lograr ir de San Pablo a Buenos Aires, por lo menos, mis posesiones, las tenía todas en la mano.
(lista de lo que llevé como equipaje de mano en mi post anterior)
Demasiado corto. Nada original, todo seguro, muy previsible y aburguesado, pero un buen inicio para una mujer madura que se largó sola hasta Sudáfrica.


DATOS:
Requisitos de ingreso a Sudáfrica para Argentinos: pasaporte con al  menos de 6 meses de validez por delante, y dos hojas completas en blanco como mínimo. Certificado de vacunación contra fiebre amarilla. La misma aplicada con anterioridad mayor a 10 días previos a la entrada al país. En San Pablo, antes de embarcar, nos exigieron presentar el certificado a uno por uno. Me dijeron que el que no lo tiene no se sube al avión, sin excepciones (esto rige para pasajeros residentes en Argentina, Brasil y otros países considerados como zonas de fiebre amarilla).
Salud: la zona del Parque Kruger es zona de malaria. Por lo tanto, se recomienda (que lo confirme el médico de cada uno) profilaxis contra la malaria: unos antibióticos específicos, que se deben tomar por “X” cantidad de tiempo, según de cuál se trate.
Se recomienda tomar todas las precauciones posibles contra los mosquitos: ropa liviana, clara y de mangas / piernas largas. Repelente (el Peaceful Sleep que tienen ellos allá es genial!). Y si alguno considera dormir en carpa, se suele aconsejar también hacer tratamiento de la ropa previo al viaje con Permetrina.
Sol: muy fuerte. Mucha gente usando sombreros. Cada uno sabrá qué factor de protección utilizar.
Dinero: la moneda es el Rand, y a la fecha tiene una cotización muy similar al Peso Argentino. Hay casas de cambio con tasas bastante normales en el mismo aeropuerto. Cajeros automáticos por doquier para poder hacer extracciones de dinero (advertencias abundantes sobre cuidado al extraer dinero, no permitir que nadie se acerque a “ayudar” y elegir aquellos cajeros que tengan policía o personal de seguridad apostados al lado de los mismos). Mucha aceptación de todas las principales tarjetas de crédito, Amex incluída. La excepción: las estaciones de servicio - el pago es en efectivo solamente.
Precios: salvo los taxis, todo lo demás notablemente más económico que Argentina (alquiler de autos incluído). Un ejemplo: un gin tonic en el bar de Kapama: 31 Rand – de haberme percatado antes, me pedía un doble todas las noches! Que fuera en una hamburguesería, o una cena en el restaurante del hotel, jamás una comida superó los 140 Rands, y el promedio bastante más bajo aún.
Movilidad / traslados: En Johannesburgo, el Gautrain:  un tren excelente (moderno, limpio, rápido y super seguro) conecta el aeropuerto con la ciudad.
 Dentro de las ciudades, los taxis son escasos, caros y misteriosos (hay todo un lenguaje de señas con las manos para indicarle al taxista hacia donde uno va, que el turista no domina). No hay colectivos como los conocemos, solamente combis informales, sin paradas ni tarifas visibles, que me han dicho, las usa solamente (o casi) la población local. La gente se maneja con auto propio, alquilado o con Uber.
Para recorrer como turista, el bus rojo lleva a casi todas partes. Si se lo utiliza en una ciudad, guardar el ticket, porque vale para obtener descuento en el pase de las ciudades subsiguientes. A la hora de pedir auto o taxi, lo más utilizado (más confiable y económico)  es Uber.
Los alquileres de autos son bastante económicos, y pueden ser una muy buena opción para evitarse los vuelos internos. Las distancias lo permiten, las rutas son excelentes. Solamente, hay que animarse a manejar del lado izquierdo! El combustible no es caro: entre 12 y 13 Rand por litro la nafta de Shell

Seguridad: Lo primero que me entregó la persona que me esperaba en el aeropuerto fue una comunicación oficial informando que jamás hay que dar un pago por una supuesta multa en efectivo a un policía.  Conocí en el vuelo de ida a un Argentino que me dijo "es muy sencillo - no caminás sola hacia ningún lugar cuando cae la noche". En los hoteles, suelen decir que la única forma de salir a comer de noche a un restaurant es tomar un taxi o Uber. Por cinco noches (excluido el safari all inclusive) no me cuestioné siquiera estas recomendaciones. "Mujer segura vale por dos", me dije y las cumplí al pie de la letra.
No pude dejar de notar la cantidad de alambres, de púa y electrificados también, que "adornan" la mayor parte de las viviendas particulares.



Aéreos: después de la mala experiencia del retorno con LATAM, sumado a las respuestas insípidas de “lamentamos que no lo haya satisfecho nuestra atención en el aeropuerto"  cuando en realidad, jamás se entendió por qué cornos me pusieron en lista de espera para el retorno y menos aún por qué ningún empleado de ellos fue capaz de hacer nada al respecto ni en Johannesburgo ni en San Pablo! … yo averiguaría un poco más sobre South African Airways. 
Los volé en todos mis vuelos internos allá y me deslumbró la cuidadosa atención. 



Sector cabotaje aeropuerto Johannesburgo - micros de pasajeros en animal print !!!