Pasa en las mejores familias, por Dior!

Con motivo de la visita al país del Presidente de Francia, se iluminó el Centro Cultural Kirchner con los colores de la bandera francesa.

Así quedó, pero bueh, no es para tanto, lo que cuenta es la intención!

Lo que sí, por honestidad intelectual, me parece que deberé abstenerme en el futuro de quejarme cuando los Franchutes me pregunten si Buenos Aires está en Brasil (*)

(*) Había comentado sobre esto en:

http://laveritedelamilanesa.blogspot.com.ar/2015/11/notas-al-margen.html.

Qué podrían hacer los Frenchos para devolver la gentileza?

En todo caso,  ellos no pueden invertir los colores de nuestra celeste y blanca.

Gracias, Belgrano, por hacerla capicúa!






Veo la cara del Presidente Hollande en esta foto, y me parece que esto es lo que más va a recordar de su visita a Argentina. Me lo imagino pensando "por mí, que me pongan la bandera que quieran, siempre que me dejen sentado al lado de esta belleza "exotique".

François, imaginate si la Merkel tuviese esa facha ... no serían otra cosa las reuniones de Comunidad Europea ???

NOTA: la idea de este blog es no meterme en política, pero soy Franco - Argentina, y todo esto me pudo! Un ligero desvío del recto sendero, que intentaré no repetir.

Las Viejas de Mierda

Estando embarazada una vez subí a un colectivo bastante lleno. Una mujer joven me llamó y me ofreció su asiento. En ese momento sentí tremendo codazo en la panza, un empujón, y antes que pudiera reaccionar una vieja me había choreado el lugar.

La joven le dijo "Sra. yo no le di el asiento a usted. Se lo di a esta Sra." Que venía a ser yo, la panzona que de pura suerte no iba a parir ahí mismo, después del golpe recibido.

La vieja se hizo la desentendida y ni me acuerdo  si me senté, si alguien más me dio su asiento o qué …

Lo que jamás voy a olvidar fue lo que me dijo la chica a mí: "estas viejas de mierda, las que todavía  tienen polenta ….  son insoportables".

También me impresionó que en esta escaramuza cotidiana, la mujer no se quedó callada y  puso en evidencia a la transgresora antisocial.

Si digo “vieja” pienso en una dulce y frágil abuelita, una cara para una publicidad de Quaker o Maicena. NO hablo de estas, que son las verdaderas viejas, las ancianas.

Me refiero a esas mujeres maduras, astutas, ventajeras y veloces que parecen creer que algunas canas las habilitan para cagarse en los demás, las que buscan el beneficio propio en toda situación.

Como la que se quería subir al avión con una valija “de mano” de unos escasos 20 kilos:  Cuando la frenaron en la puerta de embarque argumentó muy suelta de cuerpo que no podía despachar su valija porque “tenía problemas en la espalda” … acaso hay que hacer fuerza para mandar una valija a bodega???

Creativas a la hora de justificarse.

La que va a subir al nieto de 6 años al colectivo diciendo que tiene 3 para no pagar un boleto,

Mentirosas

La que se pone en la fila rápida del super con más de 15 cosas (y lo sabe!)

Desconsideradas

Ayer me tocó una en el banco. Iba a pasar delante de una fila de gente que esperaba para ir a los cajeros y de pronto, me dieron la voz de alto con la suavidad de un nazi con el doberman en la correa.

“ Usted.  PARE!!! – ACAAA está la fila !!!!

_ “Todo bien, Señora, tranquila …no hace falta gritar así.  Yo no voy a los cajeros, voy al fondo”

_ “YO NO LE GRITEEEE !!! TRANQUILAAAA. A mí me dice tranquila? Hay que ver lo que es la impertinencia de las jóvenes de hoy en día … hablar así a una jubilada …”

Y ahí me calenté:

_ “Mire Señora, yo no fui impertinente y tampoco soy joven. La diferencia entre usted y yo es que usted está hecha percha y yo no. Y sabe por qué es eso? Porque andar amargada y con cara de culo por la vida hace envejecer más rápido. No la conozco, pero con verle la comisura de los labios torcidos hacia abajo, su cara lo dice todo. Afloje y sonría un poco, sino, se va a enfermar.”

Hasta el camino más largo comienza con dar el primer paso. He dado el mío. Mi aporte del día por un mundo mejor.

Qué tal si todos diéramos un pasito, y empezáramos a poner a las viejas de mierda en su lugar?

Nota: me dan ganas de subir esto a Facebook y empezar una campaña: "Tolerancia Cero con las Viejas de Mierda" ... o "Rehabilitemos a las Viejas de Mierda".?

Fotos: palos borrachos en flor - están lindísimos !!!!

San Valentín, Sin Valentín y demás yerbas

Ellas se depilan, se hacen las manos y belleza de pies.

Ellos sacan cuentas, buscan un Grupon o alguna otra oferta que permita reducir el importe del festejo.

Ellas revuelven  el primer cajón de la cómoda. Dónde carajos estaba el conjuntito de tanga y push up, ese que está reservado para las ocasiones especiales?

Si jamás pisás la iglesia un domingo o el templo un viernes por la noche, no importa: San Valentín llegó para quedarse, y a este Santo no hay forma de ignorarlo.

Que ningún amargado  criticón se atreva a decir que esta es otra fiesta importada sin razón de lo de nuestros Hermanos del Norte: nosotros bien que le dimos nuestra propia vuelta de tuerca, nuestro toque Argento. Allá es un día de amor, amistad y simpatía, y te mandás tarjetitas y saludos con cualquiera que te caiga bien, y nosotros lo hemos convertido en el día de los Enamorados.

Y como si esto fuera poco, para que nadie se sienta excluido, también viene pisando cada vez más fuerte el Sin Valentín, que se festeja un día antes para los que están en banda.  Bien por pensar en todos, bien ésa por la inclusión!

De igual modo hemos sido creativos al adoptar a Halloween:  conscientes de nuestra realidad, y para alegría de Cormillot y la Asociación de Diabéticos Argentinos, nada de niños pidiendo dulces a los vecinos. Acá lo adaptamos a  día de disfrazarse de brujas, esqueletos y fantasmas.

Para qué más, si total, no tenemos ideas de qué mongos es Halloween.

(Eso sí, así como defiendo y celebro la inventiva de traernos para estas latitudes festejos que no son tradicionalmente nuestros, si algún día se llega a festejar acá Thanksgiving / Día de Gracias, me comprometo a tragarme este post, con pantalla y todo!).

No todo es joda.  Que no se diga que no somos un pueblo que no reverencia el trabajo, cuando además del 1ro de Mayo tenemos un día para cada uno de los laburantes que existen.

Tenemos el día del maestro, el día de la secretaria, el día del canillita y no sé cuántos días más. (Chicas: notar lo que es tener un buen sindicato: las maestras no trabajan y ligan regalos en su día, no hay diarios el día del canillita, los encargados  se lo toman como un feriado, y a ustedes  las arreglan con un beso y un ramo de flores…. para pensarlo).

Perdón, me fui por las ramas! Volvamos a lo nuestro: 13 de Febrero: Sin Valentín -14 de Febrero: San Valentín.

En una economía  alicaída, dueños de telos, vendedores de flores, chocolates, pastillitas azules y preservativos están de parabienes:  llegó la temporada alta.

Señoras, Señores,  Señoritas, a prepararse que  se viene San Valentín!

-          -  Mi amor, cerrá los ojos, imaginate que estamos en la cama, con buena música y tomando un vino muy rico … que querrías que te haga? Pedime lo que quieras, dale,  no tengas vergüenza …

-          -  Papas fritas! Te salen bárbaras.

Nota: este post va dedicado con mis más cordiales saludos a Elite Chocolates, sucursal Cerviño, donde no me permitieron sacar una foto de la vidriera, ni de una caja de bombones, ni de un puto bombón suelto.

Como si hubiera planchado una docena de camisas

El planchado es un tema casi fundacional en nuestra historia familiar.

Pocos días antes de casarme, mi madre me transmitió la regla de oro para una vida feliz “jamás aprendas a planchar ropa ni a lustrar pisos. Siempre se puede conseguir que alguien más lo haga por vos; así evitás joderte la vida”.

No le di ni cinco de bola y me divorcié muy rápido. Pero en rigor de verdad, una cosa no tiene nada que ver con la otra.

Mi postura filosófica es diametralmente opuesta a la de mi madre.  A su “no saber para no tener que hacer”, yo le contrapongo el  “saber hacer para ganar autonomía”. Son posturas. Nada es gratis, todo tiene su costo y sus desventajas.

Justamente debido a mi “saber hacer” es que vengo cargando la mochila de todos los trámites más engorrosos, frustrantes y a veces estúpidos que nos caen en suerte a mi madre, mi hermano y yo.

 Nos hemos convertido en una Sociedad de Hecho en la cual cada uno aporta lo suyo: yo aporto el trabajo y corro con los gastos, mi madre aporta sus quejas por las trabas burocráticas y mi hermano me brinda su total y absoluto apoyo moral. Cada vez que surge un problema y se lo comento me dice “hacé como te parezca.Yo te apoyo”.

He llegado al punto en que  sólo pensar en un nuevo sello, una nueva traducción me produce taquicardia!

La buena noticia es que estamos en el Siglo XXI y algunas cosas se pueden resolver por internet. 

Esta semana tuve que mandar a Francia un formulario firmado por mi madre. “Si se lo mando ahora por mail, me lo podrá devolver mañana firmado, n’est–ce pas?” dijo el gestor. 

Sencillo, cierto?

 FALSO, pas possible!

Tardé dos días en conseguir una impresora con scanner marca HP en nuestra querida y desabastecida Buenos Aires. Tardé un día más en combinar horarios con mi hijo para que viniese a ayudarme a conectarla y enseñarme cómo cornos funciona ese bicho.

Una vez impreso el papel y firmado por mi madre, prendí la impresora, prendí la compu y no había internet. Llamé a Fibertel y me dijeron que era un problema de toda la zona y que estaría resuelto “en el transcurso de la semana”.

Desde Francia me reclamaban el bendito formulario. No comprendían el por qué de la demora.  Perdí la paciencia y espeté “hagan de cuenta que estamos en Africa. Tenemos dengue, tenemos zica, tenemos cortes de electricidad y sí, de vez en cuando también nos quedamos sin internet!”.

Ayer le pude confirmar a la impaciente interesada que al fin, luego de 5 días hábiles había logrado completar  el sencillo trámite, gracias a los avances de la tecnología y los procedimientos online.

Al primer “hola.  Que tal?” de mi madre esta mañana le contesté “Bárbaro. Me siento como si hubiera planchado una docena de camisas. De hombre.”

…….. ???

“Con la satisfacción de terminar una tarea que no me gusta y que no me sale demasiado bien. Una tarea que no sé dónde está escrito que la tengo que hacer yo; que no me reporta ningún beneficio y que jamás me van a agradecer”.

Exactamente igual que si hubiera planchado una docena de camisas"

“Ay, disculpame.  Tengo que ir ahora mismo a ver qué está haciendo la mucama. Después te llamo”.

 Y me cortó. Y no volvió a llamar.