Ayer tenía mucho frío. Cuando vi que
hasta los árboles se habían abrigado, me dio más frío todavía.
Me puse mis botas más potentes, y el
super-mega camperón, el más largo, grueso y amplio de todos mis tapados. Me da un look tipo el
muñeco de Michelin, pero no me importa ni medio. Es lomás.
Pasé frente al lubricentro. Pensé en
pedir que me pongan anticongelante … pero seguí hasta la parada y me tomé el
colectivo para el centro.
Iba al consulado de Francia. Tenía
que ir a buscar un documento de una de las recién llegadas de la familia.
Mis sobrinos me suelen pedir ayuda con estos menesteres. Ellos no aprendieron
francés en su casa. Son los hijos del Lord. Al Lord no lo llamamos así por
ser Inglés sino por haber vivido como un Lord toda su vida.
Mi sobrino le quiso poner a su beba
el nombre de mi madre. El nombre es precioso y pega muy bien con el apellido.
Me preocupa esa duda que me carcome sobre si el mundo puede estar preparado
para dos ejemplares con ese mismo nombre y apellido - pero no se puede
ser mala onda con la familia.
Por suerte había un lindo sol, y fui
llegando a la calle Basavilbaso rebosante de buen humor, pensando que en el
fondo, más que sentirme muñeco de Michelin, era mejor hacer de cuenta que salía
de una escena de Doctor Zhivago.
Me encontré con policías y controles
en la entrada del consulado. Sorpresa por un segundo, hasta que caí en la
cuenta del motivo: y si, por qué el consulado de los yanquis iba a ser el único
en cuidarse?
Varias y bien horrendas razones tienen los franceses para cuidarse ahora.
Varias y bien horrendas razones tienen los franceses para cuidarse ahora.
Para empezar, al mejor estilo aeropuerto,
me pasaron el aparato ese que es detector de metales. Yo estaba medio
avergonzada por el volumen de mi tapado. Con una mano en el corazón, tengo que
reconocer que tranquilamente daba para llevar una ametralladora y que no se
note.
El segundo paso era revisar la cartera.
Casi me muero! Había salido a los piques y mi cartera era un
soberano despelote.
- Por supuesto, señor agente, pero por favor, no le cuente a nadie lo que hay acá, mi cartera es un desastre”
- Por supuesto, señor agente, pero por favor, no le cuente a nadie lo que hay acá, mi cartera es un desastre”
El policía me preguntó por “el C4”
- No, Señor, yo no tengo un Citroen.
Ni vine acá con auto.
- El C4 en la cartera, me corrigió
- Ahhh, el celular? Nooo. Es más
viejito, es un S3 nomás….
- El C4 es un explosivo. Con todo el
revoltijo que tiene, hasta C4 podría tener ahí adentro. Me llegó la merecida reprimenda.
Así inspeccionada y aprobada pasé a
la recepción.
Adentro, había una mujer bastante
joven sentada y esperando. Linda. Ropa con pinta de carísima. Maquillaje perfecto y
peinado impecable. Todo lo que a mí me falta.
Me preguntó si hablo francés y me
pidió que la ayude. Me dijo que sabía que tuvo una abuela francesa y que quería
obtener la nacionalidad porque siempre le encantó Francia, la cultura francesa
y que quería mandar a sus hijos al colegio francés.
Seguían sin atendernos a ninguna de
las dos, así que le fui contando todo lo que sé del Liceo Franco-Argentino, cómo
yo también he querido mantener los vínculos con Francia, y lo bien que
les les ha ido a mis hijos así, educados como bi-nacionales y bi-culturales.
Hablábamos de las ventajas de tener doble nacionalidad cuando la llamaron.
Yo hice lo mío, y justo cuando me
iba, salió también mi compañera ocasional. Me preguntó por lo de la seguridad.
Le dije que era algo nuevo, seguramente puesto después de los atentados.
Mientras que íbamos caminando juntas hacia el Bajo, hablábamos del terrorismo,
de lo mal que está el mundo entero.
De pronto, recordé una noticia que leí hace poco, y le comenté sobre una de las últimas declaraciones de Donald Trump, anunciando que si era Presidente pensaba restringir el acceso de franceses y alemanes a Estados Unidos.
De pronto, recordé una noticia que leí hace poco, y le comenté sobre una de las últimas declaraciones de Donald Trump, anunciando que si era Presidente pensaba restringir el acceso de franceses y alemanes a Estados Unidos.
"Nooo. Me estás jodiendo? Por
favor, que no lo haga, por lo menos no hasta dentro de un año. Mi marido me
mata!!! Imaginate, yo haciendo todos estos trámites de porquería para tener
pasaportes Europeos nada más que para llevar a los chicos a Disney ... si no
puedo usarlos, con lo caros que me van a salir ... mi marido me mata!!!!"