(Volé de Washington a París en clase económica y después volví de París a Miami en Premium Economy)
Air France ha estado re lookeando sus
Boeing 777 desde el año pasado. En las business de sus “nuevas cabinas”
AL FIN pusieron los asientos que se hacen cama de verdad. Por
desgracia, aún no tuve la suerte de probarlas.
Los que viajamos más barato veremos
unos cambios de tapizados y no mucho más. Un poco de makeup viene bien, pero no
hace demasiada diferencia en la experiencia del viaje. 5 cms más de espacio
para las piernas, 7 míseros grados más de inclinación … esas son las cosas que
te mejoran la vida de verdad , pero por ahora … ni lo sueñes, seguí
participando!
La gran novedad es el nuevo video de
instrucciones de seguridad. Al fin algo distinto y ocurrente !!! Y parece que
no soy la única que piensa lo mismo, porque noté que unos cuantos pasajeros se
reían al verlo.
Lo encontré en Youtube. Pongo el
link, creo que vale la pena para todo aerofanático:
Ni recuerdo la comida, pero sí
recuerdo mi sorpresa de que nos tirasen solamente un café y un muffin
antes de aterrizar. También es cierto que llegábamos temprano por la
mañana a Francia, es decir, en el medio de la noche para los estómagos
sincronizados con Washington.
Salimos y llegamos a horario, no me
perdieron la valija. Nada más para contar.
A la vuelta iba en Premium Economy.
Bastante entusiasmada pensando que la iba a pasar mejor (para mí, “mejor”
se mide en morfi y en comodidad), tardé bastante en caer en la cuenta que este
vuelo era diurno. Mon Dieu, qué embole, qué largas que se hacen 9 horas de
vuelo cuando no es de noche!
La comida estuvo un poquito mejor que
la de Economy. De puro Franchuta (amarreta) que soy, pasé por alto las opciones
ahora disponibles de comprar con anticipación los menús gourmets. Un
hombre cerca de mí lo había pedido, y fue notable ver cómo le servían
exactamente lo mismo que los que teníamos el menú “base”, pero con más adornos.
No sé si se dio cuenta. Mi bandeja standard tenía un paté, la de él tenía el
mismo paté pero posado sobre una rodaja de pan … y así todo lo demás. Un tanto engañapichangue, el
menú gourmet, Señores hijos de la Bastilla (*) !!!
Después de almorzar, quise reclinar
el asiento, con la esperanza de una siestita que acortara un poco el viaje y el
muy maldito no se quería mover. Llamé a azafata, y gentilmente intentó hacerlo
ella. A fuerza de empujones lo deslizó medio centímetro y ahí se le
bloqueó. No podía cambiar de asiento porque la Premium Eco venía completa, y ya
sabía que ni loca valía la pena soñar con que algún alma caritativa me pase a
Business, porque ésa estaba directamente estallada.
Me leí 100 páginas de un buen libro
mientras que el gordo del menú gourmet roncaba como bestia después de haberse
tomado cuanta bebida alcohólica logró que le sirvieran (y fueron unos cuaantos
tragos, variados y diversos!).
Consideré hacer lo mismo, pero íbamos
a llegar tipo 5 de la tarde a Miami. No daba hacer inmigración y después
encontrarme con mi hijo, y una en curda a horas tan tempranas.
Unas horas ya por los aires, de
pronto pasó al lado mío una mujer en uniforme. No era azafata, tenía algo
diferente: lo primero que noté fue un halo de serenidad y … otra cosa, un
no-sé-qué. Le miré bien cuidadosamente el uniforme, y en las 4 tiras
cosidas a la manga de su saco encontré la explicación. Una Madame La Pilote,
que emanaba calma, actitud y autoridad y suavidad al mismo tiempo. Pasó más de
un mes pero me quedó grabada su mirada, su sonrisa discreta con la que
respondió a mi mirada de boquiabierta admiración.
Del personal de cabina, todos,
ellas y ellos, cortados con la misma tijera, Air France hechos y derechos.
Correctos, educados, eficientes y un poco gélidos a la vez. Como soy
mina, no puedo dejar de notar que todas las que tienen pelo largo se hacen el
mismo recogido, el que usaba Audrey Hepburn (a.k.a. “banana”). Flor de
punto a favor para el glamour.
Epílogo: hice reclamo a Air France
por el asiento que no se inclinaba. Siguiendo los consejos de los foros de
TripAdvisor, expuse el problema brevemente, sin quejas, reproches ni adjetivos
inútiles.
Tres días después recibí mail con
profusas excusas, y aviso que me acreditan 8.000 millas a mi cuenta de Flying
Blue, el programa de viajeros frecuentes de Air France-KLM.
MUY agradablemente sorprendida,
aunque 8.000 millas no deben alcanzar ni para un Buenos Aires – Montevideo,
pero respondieron de inmediato, se disculparon y obsequiaron unas millas. No sé
cuántas compañías harían otro tanto, hoy en día?
Divine tu blog!! Keep on traveling darling !!!
ResponderEliminarThank you! VOY a seguir viajando, of course ...
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