viernes, 20 de noviembre de 2015

Las guerras





Hace un par de semanas fuimos a comer a casa de una prima de mi padre  y mi hijo notó lo que parecía ser la entrada de una gran cueva.  La dueña de casa nos explicó que ahí se habían escondido muchas personas durante la guerra. Sabía que muchos se habían alojado con ellos, pero nunca me había dado cuenta  que los padres de esta mujer,  (ella era un bebé en los 40), habían ayudado a esconderse a personas obviamente perseguidas por los alemanes, casi enfrente de su propia casa.

De chica, me contaron muchas más historias sobre la guerra que cuentos infantiles: cómo fueron desalojados de sus casas para que se instalen los oficiales alemanes, los muebles y cuadros que desaparecieron, la rápidas búsquedas de los paracaidistas que se tiraban en la zona “y con la tela de los paracaídas hacíamos camisas”; las largas escapadas de noche en bicicleta para pasar un mensaje a los de la Resistencia, las Navidades sin regalos, y casi siempre la misma conclusión  "tuvimos suerte de vivir en una zona rural – al menos, comida nunca faltó”.

Una de mis bisabuelas fue enfermera en la Primera Guerra Mundial. Tenía una condecoración. Me mostraba la medalla con una cinta y me contaba que se la dieron por saltar una trinchera manejando una ambulancia. Quizás el cuento fue simplificado en razón de la corta edad de la audiencia, pero la condecoración la tenía … algo bueno y considerado heroico debe haber hecho.

En los años 70, se pusieron de moda los zuecos. Yo me bamboleaba arriba de mis zuecos con 20 cms de plataforma. Mi padre me miraba y decía “los zuecos de madera los usábamos durante  la guerra porque no teníamos  zapatos … y esta estúpida se va a torcer un tobillo por seguir la moda, cuando tiene todos los pares de mocasines que necesita”. Yo me enfurecía, pensaba que no entendía nada … recién ahora lo comprendo yo a él!

Hace poco tiempo fuimos toda la familia a un casamiento. La novia era de familia alemana, y el sacerdote también.   Después de un breve sermón, anunció que iba a decir “unas palabras” en alemán en deferencia a los presentes.  Llegué a preguntarme si el sobre que le dieron como contribución por la ceremonia no habrá sido excesivo, porque una vez que empezó se entusiasmó y no paraba de hablar.

Alguien notó que mi padre salía de la iglesia y preocupado por un hombre muy mayor y ya debilitado, salió para ver si se sentía bien. "Sí, perfecto" dijo mi padre "pero de alemán no entiendo más nada. Lo único que recuerdo es "Kartoffel (papa) y verboten (prohibido). Durante la guerra comíamos solamente papas, y había carteles que decían verboten por todas partes". 

Una semana después de los atentados en París, casi todos me dicen que los terroristas son unos trastornados; grupos que quieren imponer una cultura que atrasa mil años.  Las autoridades dicen que esto es una guerra.  No es lo que escucho acá. No es que estos ataques les parezcan menos malos que una guerra, pero parece haber una idea de que se trata de "otra cosa".

"Solamente Dios puede perdonar a los terroristas. De enviarlos en SU presencia, me puedo ocupar yo" (Vladimir Putin - hace 3 días).

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