jueves, 26 de noviembre de 2015

El voto bilingue



El Domingo a la mañana le pregunté a mi madre si no tenía ganas de votar, y le ofrecí acompañarla.

"No. Ningún interés en votar. Hace rato que pasé los 70.  Además, me toca en La Rural, nada menos: con todo el barro y la bosta que tuve que soportar en el campo, imaginate si voy a ir a La Rural … “

A mí me fue muy bien: todo tranquilo, poca gente, y una sorpresa cuando el presidente de mesa me dice mi nombre en Francés ("con ese apellido" ...).

Una mujer en la mesa se enganchó y dijo que ella también era franco-argentina y nos pusimos a  charlar sobre la forma de votar en Francia; comentamos diferencias y destacamos que el ballotage que estábamos estrenando lo  hemos importado de los Frenchos. 

El presidente de mesa super interesado y participativo, me pidió que le enseñara algunas palabras en Francés. (La asistencia era escasa, para mí que el hombre estaba un poco aburrido).

Más tarde fui a casa de mi madre para presentar mis respetos. 

(Mi ofrecimiento de acompañarla a La Rural  tenía una buena dosis de interés en matar dos pájaros de un tiro: voto y ver a la vieja, pero - siguiendo con las comparaciones balísticas - me salió el tiro por la culata).

En cuanto llegué, le conté la anécdota del voto bilingue:

"Pero por favor, no hay comparación posible! -  el sistema de Francia es mil veces mejor: en Francia no te joden con voto obligatorio, y además las urnas de ellos son mil veces más lindas que las cosas  de cartón que usan acá".




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