- “Protección factor 50, anteojos
de sol y una gran capelina cada vez que salgas de tu casa. Diosa To-tal! Y por supuesto, jamás tomar sol entre las 11 y
las 4” - me dijo la dermatóloga.
Todo esto con una enorme sonrisa dibujada en su cara,
como si me estuviese dando la mejor de las noticias. Me pareció que esperaba
que me pusiera a saltar de alegría.
De vez en cuando (a veces … muy
pocas veces … ) recuerdo sacar turno con la dermatóloga y me hago controlar
manchas y lunares.
Las recomendaciones son siempre
las mismas, y por supuesto redoblaron cuando me tocó pasar por un quirófano
para que me sacaran un par de manchitas de la cara.
“Estas no me gustan. No nos vamos
a arriesgar. Mejor sacarlas enseguida: dejemos todo esto atrás cuanto antes y
nos quedamos tranquilas” – había dicho la Dra. Eterna Sonrisa mientras que me hacía la orden para la
cirugía.
Todos sabemos que el sol es malo.
Peor aún por estas latitudes, donde tenemos el privilegio de tener el Maldito
Agujero de Ozono.
Por mi parte, hace décadas que me enteré que mi tipo de piel (“blanco teta” para mí) se llama oficialmente Piel Celta / Fototipo I. Los Celtas fueron un pueblo medio misterioso del cual
no se sabe demasiado. Deduzco que jamás estuvieron muy expuestos al sol
si ser Celta es ser una sin-color
como soy yo: pelo grisáceo desde el día que nací (“el ceniza queda divino con reflejos" me ha sugerido mi peluquero) Ojos de color indefinido que no soportan la luz intensa. Y piel que lo mejor que sabe hacer es ponerse roja, despellejarse
y volver al blanco cada vez que osé intentar tomar colorcito de verano.
Pobre Doctora Eterna Sonrisa. Le
va a costar convencerme a moi,
justamente que puedo convertirme en una Diosa Total. Diosa Total yo?, no lo veo, no me calza el
título. Soy la que se viste porque desnuda tendría frío, usa zapatillas
porque los tacos no sirven para caminar, no se maquilla si no tiene un evento
especial y aprendió a teñirse el pelo en casa con tal de no pisar una
peluquería.
De las indicaciones post cirugía
casi, casi que agradezco el no poder tomar sol. Una tortura menos, una buena
excusa para usar autobronceante sin complejos.
Lo del sombrero fue más difícil. No cualquiera sabe llevar bien un sombrero. Es algo glamoroso, hay que hacerlo
con actitud.
La actitud adecuada, no la mía, que me sentía medio ridícula. Pero de a poco fui aprendiendo.
Es decir, aprendí a que no me importe.
Lo del glamour me parece que lo voy a dejar para otra vida.
La actitud adecuada, no la mía, que me sentía medio ridícula. Pero de a poco fui aprendiendo.
Es decir, aprendí a que no me importe.
Lo del glamour me parece que lo voy a dejar para otra vida.
Pero lo peor, lo recontra peor,
fue pasar el escrutinio de Mi Señora Madre. Ella tiene el monopolio del sentido
estético y la elegancia.
Jamás olvidaré su cara de horror
la primera vez que aparecí en su casa equipada como se me indicó para el verano.
Me sorprendió un poco su espanto,
aunque reconozco que mi look no era demasiado logrado con mi sombrero calzado a la que-me-importa y la cara blanca como una actriz de
kabuki … al menos los Ray Ban estaban bien (creo).
A ella, gran tomadora de sol en
su juventud, ya le han tocado eventos similares. Esperaba un poco más de comprensión. Yo no hacía más
que cumplir con las indicaciones médicas. Quiero evitar más visitas a un
quirófano, dado que tengo una piel de porquería, piel de Celta.
Mis explicaciones no parecieron impresionarla demasiado:
Mis explicaciones no parecieron impresionarla demasiado:
“No sé
nada de eso. Si te dijeron que tenés eso, debe ser algo que has heredado de tu
padre”
Insití apelando a la lógica. Sabemos que el sol es malo para todo el mundo - salvo quizás para los negros de Africa. O no?
“Mirá, yo creo que es un tema de suerte esto de tener buena o mala salud. Yo nací con mala salud, es lógico
que me haya pasado de todo. Claro que tomé mucho sol. Me esforcé muchísimo para
estar bien toda mi vida. A diferencia tuya, siempre hice todo lo que estaba a mi alcance para estar lo mejor posible. Cuántas veces te dije "il faut souffrir pour etre belle"? (hay que sufrir para ser bella)?.
Quise decirle que más allá de la
falta de cuidados, la predisposición genética tampoco ayuda:
“Estos médicos de prepaga.
Dicen cualquier cosa. Qué tiene que ver la genética ?? Siempre me joroban con lo mismo. Como si
alguno de ellos tuviese un árbol genealógico como el nuestro. Bueno, en
realidad el mío; ya sabemos que el de tu padre no aporta mucho lustre a la familia.”
Me tenía que reir... Yo siempre tan discreta un día me lanze a preguntarle a una ( politicamente correcto) morena, morena de Africa central que solo se ven los dientes si sonríe, que porqué tomaba sol. A lo cual la señora mirandome con cara de: Pobre ignorante! Me dijo: porque los negros somos como el gris, hay muchos tonos.y acto seguido se movió la coulotte y mostró efectivamente una piel par de tonos mas baja! 😱😜
ResponderEliminarMuy interesante! Confieso que no tenía idea ...
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