viernes, 11 de diciembre de 2015

Joya - nunca taxi


Me gustan los autos. No sé si puedo decir que soy fierrera, pero sé más de modelos de autos y de mecánica que la mayoría de las mujeres. Lo absurdo es que no-me-gusta-manejar, lo que me gusta es la independencia que me da tener un auto.

Me reconozco  obsesivamente hinchapelotas con el mantenimiento: hago los services  con la misma puntillosidad  con la que cumplí el calendario de vacunación de mis hijos. Mis autos siempre tienen nombre, y más de una vez he dicho (solamente un poco en broma) que mi auto es mi tercer hijo.

Si le dedicase la misma amorosa atención a mi propio cuerpo que le he dedicado a mis autos, otra sería capaz la historia de mi vida. Ahora así como desde la versión base del auto más baratito hasta  el más top de los alta gama tienen de vez en cuando una unidad que sale malparida, a mí me pasaron unas cuantas que no eran de esperar.

Se podrá decir que yo también fui malparida? Veamos:

Cuando todavía estaba en garantía, ya me tuvieron que reparar una válvula que había venido mal de fábrica. Mis dueños no me llevaron demasiado al mecánico y jamás pisaron el concesionario, no vaya a ser cosa que les insumiera demasiado tiempo y plata. 

Sin ser 4 x 4 fui todo terreno cuando todavía estaba en ablande, transité todo lo que había que transitar, y no recuerdo que nadie haya pensado en reparar o prevenir eventuales daños. Me ponían el combustible que estuviese más a mano, y mientras que funcionara, todo bien y adelante!

Producto de los bollos y rayones  por descuido y mal manejo que ligué, hace un tiempo me apareció  corrosión  en el  paragolpes delantero.  Tuve suerte en este caso: el chapista hizo un trabajo espectacular, no se nota para nada. Hay que ser cuidadoso con esto, porque una vez que el óxido se transformó en corrosión, hay que controlar a menudo por si  vuelve a aparecer.

No llegué a los 60.000 kms y ya empecé con  problemas de carburación. Poca polenta, poco pique y no llego a levantar la temperatura necesaria.  Voy a necesitar aditivos hasta el día que me manden a desguace.

No me importa demasiado no correr picadas, no funcionar todo el tiempo a fondo. Me habré pasado de revoluciones tiempo atrás. No viene mal andar a régimen más prudente. Mientras que el motor siga regulando bien, no me quejo. Lo importante es andar, salir, circular cuando se quiere.

Por fuera, podría ser  una mezcla de coupé Renault Fuego y Citroen DS; pero soy  un Fiat 600 por dentro y salí más  tallerista que un Peugeot 504.

Sé que ya estoy un poco desvencijada, incluso en la pintura se nota que no soy un auto flamante. Nadie se va a dar vuelta para verme pasar en la calle, pero eso también está asumido. Soy de buena marca, y con todo, resisto al paso del tiempo bastante mejor que otros.

Me cuentan que fui concebida en Santos (Brasil). Me cuentan que lo único que recuerdan (o lo único que me cuentan!) es que se estaban cargando enormes cantidades de bananas en el barco. Los progenitores volvían de Europa. Por qué en barco? Ni idea por qué ... hacía rato que había vuelos entre los dos continentes.

Los inspiraron las bananas, para actuar como se dice de los países bananeros?

Se puede decir que soy producto del  hacer de los países bananeros?. Misterio. Les dieron planos de primera, tenían materia prima y maquinarias importadas 100% y esto es lo que lograron ???

Qué pocas ganas de trabajar como la gente en la línea de montaje !!!


No hay comentarios:

Publicar un comentario