lunes, 27 de febrero de 2017

Cuando calienta el sol




Cuando calienta el sol, aquí en la playa ….


Estimado Mes de Febrero 2017:

El motivo de la presente es comunicarle  nuestro descontento por la baja  calidad de sus prestaciones. Luego de dos semanas de temperaturas bajas, lluvias torrenciales, inundaciones  y temporales que causaron toda suerte de destrozos, este terrible ola de calor de la última semana ha sido un verdadero trastorno, y un peligro para la salud de toda nuestra familia.

Le aclaro que hemos sido cliente de Enero de toda una vida, pero esta vez quisimos darle una oportunidad. Grave error que no volveremos a cometer, nunca más Febrero para nosotros. En fin de cuentas, qué se puede esperar de un mes que ni siquiera es capaz de decidirse sobre cuántos días trae ???
Sin más, me despido atentamente,

Doña Rosa


Cuando calienta el sol en Buenos Aires ... siento la fiaca habitar dentro de mi ...

Eclipse de sol. Ola de calor. Alerta naranja, alerta roja. Mucha agua. Ropa liviana, colores claros y poca actividad física.

Justo cuando mi alpedismo estival debiera estar en su máximo esplendor, se me ocurre hacer vida ejemplar.  Sin locuras, sin matarme, pero hacer lo necesario para que la casa no se convierta en un chiquero, y comer lo indicado para no convertirme yo misma en un cerdo.

El calor me encanta, no hay derecho a quejarse del calor cuando una disfruta de Marruecos en pleno verano, nocierto?

Hay cosas que son elección, y yo elijo ponerle la mejor de las actitudes al horno Porteño en el que habito.

Me sale fácil eso de usar la imaginación para transitar situaciones:  cuando las ensaladas de atún,  el jamón y las hojas verdes me salen por las orejas, me hago un tostado de jamón y queso, me tomo una Guaraná … y listo, puedo hacer de cuenta que estoy en Brasil con un misto quente!

Recordé Marruecos y lo agradable que resulta el sonido de las fuentes con agua, lo refrescante que es. Quise trasladar la idea para acá, pero en ésta fracasé. Por lo menos, puedo decir que algo quedó demostrado:  el sonido del lavarropas funcionando con agua fría no surte el mismo efecto.


Mi departamento es amplio, soleado  …. y caluroso, recontra caluroso.

Lo elegí así, después de  una infancia sumida en la oscuridad y el encierro. El calor no me joroba, para mí lo importante es poder tener aire circulando y SOL por todas partes. Cierto que puede ser demasiado, pero para eso me construí un pequeño oasis en mi dormitorio: equipo de aire acondicionado ultra moderno, y ventilador de techo del milenio anterior.

En casa de mis viejos, se  mantenían todas las persianas cerradas, se vivía en la oscuridad todo el verano para que no entre el calor … apenas alumbrados por algún foquito anémico cuando afuera, el sol iluminaba el mundo a pleno. Así le gustaba vivir a mi Señora Madre.

Igual, hasta ahí la banco. Gustos son gustos. Lo que ya me parece excesivo es eso de no ventilar y no permitir que ni, por error, entre tampoco el más mínimo soplo de aire fresco  por la noche. De mantener ventanas cerradas, no vaya a ser que por casualidad entre un rayo de luz de luna, o … Dios no lo permita – un chorro por la ventana?  
En el piso 20 de una torre …,
En un consorcio que parece custodiado por la CIA …

 Yo diría  que a estas alturas, aunque deje todas  las puertas abiertas, ningún tipo va a entrar … Pero mejor callarse la boca, porque después a una la tildan de insolente.

Cuando calienta el sol en Buenos Aires ... siento la culpa habitar dentro de mi ...

Intentando mantenerme alejada de mi habitual alpedismo estival, transitando una época de ejemplaridad … cómo iba a negarme cuando Queridísmo Amigo me pidió que lo ayude con la traducción de un informe?

Se lo debo, le debo eso y mucho más. Aunque haga calor, aunque tenga el cuerpo derretido y las neuronas cocidas al vapor.

Me costó muchísimo. El trabajo no fluyó, la Musa jamás quiso acompañar. A cada rato, me escapaba de “ese” archivo de Word que me esperaba con los brazos (la pantalla?) abiertos, y me ponía a pavear por la web.

Ayer vino Amigo a casa, para intentar ayudar y – por supuesto – nos instalamos en el único ambiente apto para la vida humana que hay acá.  Es decir, mi dormitorio; bastante bien convertido en escritorio para la ocasión.

Un rato más tarde, tremendos golpes en mi puerta me avisaron de un arribo inesperado. La vecina del segundo (chusma de aquellas, si las hay) venía con cualquier excusa y ya se declaraba  preocupada porque yo no había respondido al timbre. Le decía que seguramente no lo había oído porque estaba trabajando en mi dormitorio … y quiso mi buena suerte que en ese momento se oyera  una voz masculina diciendo “che, vos tenés puchos, o voy a comprar?”.

Chau fama, honor y buen nombre.

A  los caños en un minuto; gracias a la lengua bífida y la mente podrida de una vecina.



Cuando calienta el sol en Buenos Aires ... siento algo raro ocurrir dentro de mi ...

“Reacción vaso-vagal” dijo el médico y grité indignada.
Le costó hacerme entender - en mi estado medio desmayado - que vagal no tiene nada que ver con vaga, y que en Castellano básico eso son simplemente síntomas “compatibles con un golpe de calor”.

Todo eso por haber caminado unas 30 cuadras, queriendo ser ejemplar !!!
A partir de ahora, con gran alegría puedo anunciar que no voy a mover más un dedo, mientras que siga haciendo calor.

Seguiré todas las indicaciones al pie de la letra.
Mucha agua.
Poca comida.
Cero actividad física
Ropa liviana y colores claros? Eso será en la calle. En casa, me puedo dar el lujo de ser fashionista total, o acaso el tono nude no está de moda???



A veces, es un verdadero placer seguir las recomendaciones de los médicos. Queda en manos de cada uno saber interpretar!


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