domingo, 23 de abril de 2017

Votando en la Embajada de Francia




Durante el último mes, todos los candidatos presidenciales Franceses me han estado mandando mails para recordarme la fecha de las elecciones … y llevar agua para su molino,  claro está.
Durante la semana pasada, la catarata de mails  llegó al punto de cansar.  Ya los borraba sin leerlos.
Como si esto fuera poco, hace unos días recibí un abultado sobre marcado “urgent et prioritaire” con una comunicación oficial de fecha y horario de la votación, para nos, los residentes en Argentina.
Como en otras partes alejadas, nos toca votar un día antes. La comunicación también especificaba los documentos válidos para votar y me sorprendí al enterarme que se puede votar con cédula (francesa) o pasaporte vencidos “o cualquier otro documento de identidad vigente, que tenga  foto y nombre”. El voto no es obligatorio en Francia, y además, hay que reconocer que te la hacen fácil, entonces, cómo privarse?
Adjunto venían boletas impresas con los nombres de todos los candidatos y folletos de idéntico formato con la foto y plataforma de cada uno. Me estudié todo esmeradamente.
Lo discutí con Alguien que es uno de los seres más inteligentes que conozco, y El me dijo “Le Pen es la que mejor te representa a vos”. Viniendo de quién viene, no lo tomo como un cumplido, y recién ahora, escribiendo esto, recuerdo que hace más de 10 años, cuando yo me quejaba porque sentía que somos los boludos del Mercosur, que en Argentina les regalamos títulos universitarios y cirugías programadas a todos nuestros vecinos, él ya me había tratado de Le Pen (pero a esas alturas, se refería al padre).
Por supuesto que el tema del avance del Islam – y ni hablar del terrorismo – me preocupan.  Es más, en lo poco de vida Francesa que tengo, con un pie y medio en Argentina y solamente la punta de los pies en Francia, el clima cada vez más enrarecido es lo que más me molesta a mí, eso es cierto.
Ya me tuve que aguantar el verano pasado que dos mujeres enveladas y entunicadas  me chocasen con sus changuitos con premeditación y alevosía por ambos flancos en un supermercado. No se me ocurrió armar lío, pero la cajera me susurró el motivo: “se lo hacen a las mujeres que no están suficientemente cubiertas a su gusto”. Era un día de bastante calor, y yo estaba vestida con bermudas bien sueltas y largas, camisa sin mangas y ojotas ….
En Francia, mi vieja hacía topless en viaje de bodas, en los años '50. Ahora, las Franchutas se tapan cada vez más en las playas de su propio país, para evitar pasar un mal rato por culpa de alguno de estos personajes que se podría "sentir ofendido" ...
Una Señora que conozco vivía en una casa en las afueras de París. En un barrio bastante heterogéneo, que en los últimos años se fue convirtiendo en casi 100% musulmán. Los vecinos empezaron a mirarla con mala cara, después empezaron a rayarle el auto. Un día se encontró con las 4 gomas del auto acuchilladas, y una nota que decía “Andate de acá. Este lugar es nuestro”. Terminó vendiendo la casa y se fue a vivir a otra ciudad.

No soy socióloga. No tengo ningún conocimiento especial sobre inmigración, integración de culturas y demás yerbas.

Simplemente me pregunto: si lo que yo u otros Franchutes hacen desde siempre, llega a molestar y/o ofender a personas de otras religiones o culturas  ... dónde cornos me meto yo el liberté, egalité, fraternité ???
Me equivoco, o hace décadas, los Europeos y latino-sudacas que llegaban a Estados Unidos, por ejemplo, se mataban por integrarse: hablaban Inglés hasta en sus casas, para que los chicos aprendieran más rápido, y no faltaron aquellos que hasta se han cambiado el apellido para hacerlo más sajón y pronunciable (incluido Trump) ???
Me equivoco, o es que el islámico de estos tiempos, se va a países que le ofrecen una mejor vida desde la seguridad y lo económico, pero al toque quiere imponer sus costumbres, al punto de modificar el estilo de vida de su país de acogida ???
No comprendo cómo mujeres musulmanas quieren manejar con cara tapada en Europa ("porque mi religión") ... olvidando convenientemente que en sus países de origen ni siquiera tienen derecho a manejar.

Pero reitero: no soy experta, simplemente, je ne comprends pas!
Francia enfrenta en este momento muuuchos problemas. Se siente que no cunde el optimismo, de hecho, hoy leí una nota en La Nación donde dicen que Francia es el país más pesimista del mundo, según todas las encuestas. Me dio muchísima pena.
Con todo esto en mente, me fui a votar a la embajada de Francia. Iba con El Menor, y le iba haciendo notar las diferencias entre el sistema de voto de un país y otro.
Al llegar a la Embajada, un detector de metales y personal de seguridad que revisaba carteras y abrigos (y si … era de esperar!). 

Luego, una fila donde chequean documentos e informan sobre cuál mesa de votación corresponde.
Para votar, se entrega el documento y se deben tomar varias boletas que están ahí a la vista ("más de una, cuántas quiera") para que no sea voto cantado. 

El proceso de votación en sí, es bastante similar al nuestro: el voto se mete en un sobre, y el sobre va dentro de una urna. A diferencia nuestra, las urnas son de acrílico (en alusión a la transparencia, quizás?).

Y hay un par de cosas más pomposas, más formales en la forma en que se anuncia el nombre de cada votante, y a cada vez se tiene que decir "a voté" (votó). Pavadas en realidad, pero - bien a imagen del pueblo Galo - más protocolar que lo que se vive ante las urnas en Argentina.
Cumplido el deber cívico, bajábamos a planta baja y yo seguí rompiéndole las guindas a mi hijo, haciéndole notar lo que es el esplendor de la escalera, los parquets, las molduras, y bla bla bla.
Salimos de la Embajada y desde la vereda de enfrente me puse a enfocar para sacar la foto que esta acá. El Menor se quejaba porque tardo demasiado, yo esperaba que corte el tráfico para tener mejor visión.
En eso, nos agarró un trío de periodistas para hacernos una nota. Empezó hablando mi hijo, carraspeó, y empezó “he notado la belleza de la Embajada, la arquitectura, las diferencias con nuestra forma de votar … tanto más formales que en Argentina”.
Lindo! Una piensa  que no es profeta en su tierra, y a veces … la escuchan lo suficiente, aunque sea, para quedar bien?
Ultimo momento: acabo de recibir un mail (otro más!) con el resultado de las elecciones. Los Franchutes se sienten pesimistas, las cosas van peor? 
No lo discuto, pero hay que reconocer que la tecnología y las encuestadoras les funcionan BASTANTE BIEN. Digo, a la hora de comparar países ...



jueves, 13 de abril de 2017

La Vie est belle







 Ligué lindo bolso de regalo de TripAdvisor. Sin llenar un formulario de Afip, sin ir a buscarlo al Correo Central. Entregado en mi casa por UPS. Buena sorpresa!

Alguien me dijo “querés una rosa?” y no le hizo falta preguntar cuál era la rosa que más me gustaba de su jardín.

Sostuve a un bebé en brazos y volví a tener 20 años por un rato. Me sonrió y en un instante nos convertimos en amigos. Yo le decía cosas tontas y él me sonreía respondiendo a un monólogo para él incomprensible pero del cual sintió todo el amor.

Las leyes de Murphy se han tomado licencia. 
Todo lo que quiero que salga bien sale redondo.  Perfecto, casi mágico diría yo.

Richard Gere no me invitó a ir a Venecia. No estuve con Robert Redford en Sudáfrica. Mucho mejor que todo eso, estoy preparando, midiendo, batiendo y mezclando unos cuantos ingredientes para cocinar una aventura real. Una travesía personal,  histórica y cultural.

La vie est belle!
Dame un pasaporte vigente, dejame soñar un poco con el despegue de un avión, y permitime disfrutar de los afectos que más importan y ya está, la Vie est Belle!

Ya no soy socia activa de ese club que tiene Sede en el Vaticano. No me borré, no me fui a otro club, fueron ellos los que me echaron.

Es que el tema del divorcio no sólo va contra la Iglesia” me advertía mi abuela “también tenés que considerar la caída social que representa. Te voy a ser totalmente sincera: nadie puede objetar a una viuda sin hijos, pero socialmente no hay caso, lo único que es perfectamente prolijo es una chica soltera y una mujer casada en Primeras Nupcias y por Iglesia”.

Menos mal que no vivió para verme des-casada y madre de un segundo hijo, nacido fuera de los papeles y -  ni hablar – de los sacramentos también ….

Si antes no le sentía demasiada Santidad a la Semana Santa, ahora se la encuentro menos todavía. Y dado que en el club no me aceptan más que como adherente .... que quieren que sea de la hinchada pero que me quede en la vereda de enfrente … lo lamento, pero no me hago más drama por las reglas, usos y costumbres de mi ex club. No como carne el Viernes Santo y nada más, y no lo hago por quedar bien con nadie. Algunas cosas perduran aunque una ni se lo proponga, nada más. 

Todavía puedo decir que soy sincera cuando digo “Felices Pascuas”. Para qué gastarse en explicar que mi felicidad no es de vertiente religiosa, sino promovida por huevos de chocolate?



Los años pasan, y algo se va aprendiendo: muchas, muchas más puertas de lo que yo hubiera creído .... finalmente pude abrir. Aprendí que "Abrete Sésamo" era mentira, pero que existe una fórmula casi infalible que se llama  RIP (Resistencia, Insistencia y Persistencia). 

El "casi" no es dato menor - a veces, RIP no funciona y es mejor dejar que algunas puertas queden cerradas, no entrar más por ciertos ámbitos y seguir avanzando sin mirar hacia atrás.

En fin de cuentas, cuando uno mira ... ya son las seis de la tarde; cuando uno mira ... ya es viernes ....y luego ya es fin de mes .... y después ya se terminó el año.

El tiempo no se detiene. Lo que quiero hacer, lo hago ahora, y no lo dejo para después.
  • Después, el café se enfría.
  • Después,  la prioridad cambia.
  • Después,  el encanto se pierde.
  • Después,  temprano se convierte en tarde.
Como propósitos, como filosofía de vida, confío en poder adoptarlos. 

Arranco bien, porque el primer punto lo tengo garantizado: jamás, mientras que tenga un ápice de lucidez, permitiría el sacrilegio de dejar que se enfríe el café !!!






viernes, 7 de abril de 2017

Las huelgas de acá, las huelgas de allá




Avda. Las Heras - 6/4/2017 a las 12:30 hs

Ayer hubo paro general en Argentina. Como ciudadana, soy una Doña Rosa común, no tengo nada para hacer al respecto, salvo padecerlos.
Como Destination Expert en los foros de TripAdvisor, puedo (y debo, me parece) tener un rol más activo, informando a los usuarios de esta red social qué es lo que puede pasar, qué recaudos tomar, etc.
Huelgas hay en todo el mundo, nadie se asombra demasiado por eso, ahora … explicar los piquetes y los cortes de calles, eso, es otro cantar. En TripAdvisor hemos encontrado una forma de salir del paso, una expresión adoptada por los habitués del foro. Cuando alguien empieza a preguntar cosas como “pero cómo puede ser que en ese país no te avisen, no se sepa qué esperar, o comentarios similares, les contestamos “T.I.A. = This is Argentina”.
Chau, punto, entiendanloN, si piensan venir acá. No somos Estados Unidos, no somos Europa, no somos Africa tampoco (aunque a veces … mejor lo dejemos ahí!).
Lo que me sorprendió bastante ayer, fue ver en la tele a unos cuantos periodistas comentando sobre los paros en Francia y comparando cómo son las cosas allá.
Cada vez que pienso en una protesta en Francia, lo primero que me viene a la mente es “y mirá que con estos no se jode: estamos hablando de los que en su momento usaron la guillotina”.
Un poco más contemporáneos fueron los comentarios que me he tenido que deglutir de colegas Franchutes en los colegios ídem de Buenos Aires “es de no creer lo mansos que son ustedes … rebaño de ovejas … por mucho menos que esto, nosotros salimos a las calles”.
Dá la casualidad que el año pasado aterricé en Charles de Gaulle justamente en medio de una huelga de trenes (sobre la cual – obvio – no tenía la menor idea). Inocente de mí, me dirigí toda orgullosa de mis conocimientos de la Vie en France, metí mi tarjeta de crédito en una terminal de autoservicio de la empresa de trenes (SNCF) y esperé que me escupiera mi pasaje previamente reservado. El pasaje salió, pero con un mensaje “raro” que con el cerebro hecho puré después de 13 horas en una lata de sardinas no pude descifrar.
Confiada en mi savoir-faire de viajera arrastré la valija hacia la zona de espera y me encontré con todo un despliegue inhabitual de empleados de Sncf pululando por doquier.  Había mesas puestas como para un picnic, torres de botellas de agua mineral, y (como una también domina el Inglés) me dije “what the fuck ???
-       La grève, Madame” fui prontamente informada.
-       Mi tren hacia MaVille?  - “Cancelado, Madame”.
…. con total cortesía, rodeada de galletitas, budincitos varios y toneladas de botellas de agua mineral. Convite provisto por Sncf, désolés por los inconvenientes que pudieran ocasionar.
En esos momentos, por más que la Argenta que vive en mí se deslumbre por tanta organización y urbanidad, igual quedaba resolver el tema crucial: llegar a MaVille, donde me esperan mi depto, mi cama, mi lugar.




Plaza de la estación de trenes de MaVille - otoño 2015

Parecía que mis mejores chances estaban en Montparnasse, que es una estación en el medio de París que tiene muuuchas más frecuencias de trenes. Me tomé uno de los micros de Air France y para allí partí.
En Montparnasse, me fui directo hacia la boletería. Resignada, me puse en la laaarga fila con mi pasaje en la mano izquierda, mientras que arrastraba la valija con la derecha y sujetaba la billetera entre los dientes cuando al toque se me acercó un empleado de los que pululan en estos casos, con sus chalecos violetas de Asistencia al Viajero. “Cambiar el pasaje hasta MaVille porque no salen los trenes de Charles de Gaulle? Pero Madame, usted tiene un pasaje válido. Vaya hasta las plataformas y súbase al primer tren que la lleve hasta allá”.
Totalmente en modo Frencho, después de estar pisando suelo de los ancestros por más de dos horas, metí el pasaje en las maquinitas que “compostent” (validan con un sello que tiene fecha y hora) y efectivamente bastante rápido me subí a un tren en el cual  – horreur – no tenía asiento fijo reservado. Me tuve que sentar en cualquier asiento libre, toda una novedad para mí, habituada a elegir mi lugar en los viajes normales de los trenes de alta velocidad. (Cuando llego allá, se me borran en dos minutos mis recuerdos del Mitre y del Sarmiento).
Me puse a charlar durante el viaje con un chico joven (les decís que vivís en Argentina y todos te dicen “Messi”! Siempre). Me enteré por él que los días de huelga los controladores no hacen su recorrida por los trenes – para evitarse las puteadas, según él. Por lo tanto, inútil validar / compostar el pasaje. La práctica común sería dejar el pasaje virgen, sin marcarlo, y luego pedir el reintegro del 100% del precio pagado.
Mirame a los Frenchos, mucha civilización, pero también se mandan sus truchadas!
Cuando al fin llegué  les conté de mi periplo a mis primas. Me confirmaron que estiman que está bien pedir reintegro del pasaje / viajar gratis en día de huelga "lo único que faltaría, tener que pagar cuando te obligan a cambiar de tren y llegar con demoras ... un desastre .... en este país de merde ya no se puede vivir”.

. Más sobre Francia en Junio 2016, huelgas y despelotes varios en este post:
http://laveritedelamilanesa.blogspot.com.ar/2016/06/francia-primavera-2016.html




Foto: en Palermo, 6 de Abril 2017