domingo, 7 de mayo de 2017

Cuando hay que elegir y cuesta decidirse



Macron o Le Pen?
Ayer la disyuntiva me hacía sentir  como cuando me preguntan “pasta o pollo?” en un avión o cuando tuve que elegir entre usar anteojos o lentes de contacto.
Da lo mismo. Ninguna opción me puede gustar. Y de todos modos, hay que escoger (con el perdón …).
La vida era más fácil antes, cuando yo era joven.
Cuando era joven, no votaba en Francia y en Argentina directamente no había elecciones.
Cuando era joven, la comida del avión, incluso en económica,  era un banquete comparada a lo que es hoy.
Cuando era joven, veía bien de cerca y de lejos, con los ojos que Dios me dio.
Cuando era joven, no se hablaba de dengue, de zika, de fiebre amarilla y chikungunya, y no había mosquitos en Mayo !!!
(Nada importante contra el paso del tiempo, el problema es el tiempo:  sucede que llueve, lo cual me pone de muy mal humor, y los helicópteros chupasangre me tienen levemente podrida, nada más).
Tampoco ayuda que esté sumergida en papeles, ordenando y clasificando todo lo que me pidió mi contadora para los grandes amigos de la AFIP. Estos muchachos son bastante demandantes, pero hay que reconocer que son amigos fieles, presentes en todo momento y que no te abandonan jamás, ni en las buenas ni en las malas. Muchos que se dicen amigos de la vida podrían aprender de sus virtudes.
Me había propuesto terminar con todo el papeleo en el día de hoy, y no puedo decir que lo logré del todo: estoy convencida que he avanzado muchísimo, pero un par de kilos de formularios sobre la mesa de mi comedor me demuestran de forma indiscutible que todavía falta “un poco”. Es que no puedo ejercer la constancia en este tipo de amistad! Me propongo hacer todo lo que falta, y me quedo sin inspiración al cabo de diez minutos. Exactamente lo mismo que me pasa cuando le tengo que escribir al Tío Fred de Francia.
(Por suerte el Tío Fred no sabe nada de este blog.  Es aburrido y no tiene sentido del humor. No quisiera que se ofenda si supiera que lo he comparado con la AFIP).



Lo del voto lo resolví bien, me parece: elegí no elegir.
Iba a ir con otra persona, y sabía que pensábamos  votar por un candidato diferente cada uno. Hablé con la persona en cuestión y le propuse que no fuésemos ninguno de los dos, puesto que nuestros votos se iban a anular mutuamente. Nos ahorramos el tiempo, nos ahorramos el traslado y el estacionamiento, y con todo lo ahorrado nos fuimos a almorzar.
Así es como ni Le Pen ni Macron tienen nada que agradecernos. Estarán contentos con nosotros los Ecológicos, al menos, dado que  le ahorramos un poco de contaminación de CO2 al planeta?
Mañana se supone que no habrá más lluvias. La Vie est Belle y eso es lo que realmente importa. 
Los mosquitos seguirán arrullando de noche con sus zumbidos, a pesar de los dos aparatos con plaquetas de Raid que uso todas las noches, pero también le quiero ver el lado positivo: vengo ahorrando montones de plata. Los habituales Dior y Givenchy languidecen en mi toilette, mientras que voy por la vida dejando un rastro inolvidable, indeleble e inconfundible de la fragancia que es el hit de esta temporada: el unisex, Made in Argentina y nunca tan bien ponderado Eau de Off !!!