domingo, 8 de enero de 2017

Bienvenido 2017!





Ya sé que soy una soberana desagradecida, pero no lamenté para nada despedir el 2016.

Fue un año memorable, de eso no hay duda. Batí récords de consultas con abogados, escribanos y contadores. Es como si en 12 meses, hubiese pasado de jardín de infantes a hacer un Master en juntar papeles con sellos y con firmas. 

Me subí a unos 15 aviones, estuve en 3 continentes, aprendí a viajar con equipaje de mano solamente, dejé de comerme las uñas y sobreviví a un combo de Hiroshima y Nagasaki en mi familia más directa. Todo eso en 365 días, nada mal!

Totalmente ajeno a mis vicisitudes, el insensible calendario siguió por supuesto su ritmo inexorable y sin que me diera cuenta de pronto estaba en Diciembre y se me vinieron encima las Fucking Fiestas.

Navidad nuevamente con los Buena Onda era toda una garantía. Ellos también tuvieron su cuota de incertidumbre y complicaciones y estuvieron a un milímetro de tener que cancelar todo. Finalmente, a pesar del pobre señor que se murió en fecha inoportuna, a pesar del auto que quedó hecho pelota en un intento de robo, a pesar de un par de contratiempos más, hubimos Navidad y muy bien que la pasamos. (No sé si está mal que yo lo diga, pero mi mousse de jamón la-rom-pió !!!).

Para sumar éxitos, quiso también la buena suerte que las policías de la Provincia y de Capital  tuvieran la gentileza de evaporarse el 24 a la noche. Si bien ninguno de nosotros estaba borracho, dudo mucho que la sobriedad nos hubiera alcanzado como para aprobar un test de alcoholemia. Gracias, señores, muchas gracias. Ya que no aparecen cuando los necesitamos, por lo menos, esta vez nos vino como anillo al dedo que ustedes también, estuviesen brindando!

La vieja fue a pasar las fiestas a Las Sierras. Una sabia decisión para compartir con la parte de la familia que menos ve, además del  maravilloso  beneficio secundario del aire puro, seco y sano de las sierras. Una pena que mientras que estuvo allá la temperatura rozó los 50 grados, se sintieron remezones del terremoto en Chile, un tornado azotó el pueblo y las lluvias que le siguieron inundaron la mitad de la provincia ....


Después de un año mucho más intenso que lo que yo hubiese preferido, estaba planificado pasar sola el 31 a la noche. Ya lo había hecho el año pasado y pensaba repetir la experiencia de disfrutar del ventilador de techo sobre mi cama y de una botella de champagne por toda compañía.

Un cambio de planes a último momento me llevó a comer con mi mejor amiga, y ver llegar las 12 con fuegos artificiales en Puerto Madero, en una de las noches más calurosas del año.

Nos sorprendió ver la cantidad de gente que había ido hacia allá preparados como para bajar a la playa en Las Toninas: sillas plegables, conservadora y bien instalados en primera fila para empezar el año con música, fuegos artificiales, algo de aire respirable cerca del agua y en uno de los lugares más lindos y seguros  de la ciudad.

Bien por ellos! Tomo nota, sería muy capaz de hacer lo mismo alguna vez en el futuro.

Volvimos pasando por Avenida Córdoba, 9 de Julio, el bajo, Las Heras. Las fuerzas del orden, una vez más omniausentes. Ya era 2017, no tenía que estar en funciones “la nueva” policía?

Las malas lenguas dicen que hay problemas con el uniforme. Un extraño bordó mezclado con turquesa rabioso. A los verdaderos machos Argentinos les estaría pareciendo que es letal : se van a morir de vergüenza al usarlo, y a los que se le atrevan, los chorros se les van a morir de risa en la cara!


Frente a este árbol agradecí por unas cuantas Pequeñas Grandes Cosas que viví el año pasado, y me propuse  hacer todo lo posible para que en el 2017 haya más, mucho más de todo Eso (continuará).



jueves, 15 de diciembre de 2016

Redes sociales: Oui o redes sociales: Non?




París, año 2003 – Pierre tenía 40 años. Era buen mozo, un profesional exitoso y se acababa de divorciar. Cuando en el transcurso de una misma semana dos amigos diferentes le propusieron presentarle a Caroline, la casualidad le pareció demasiado como para ignorar y decidió darle una chance al azar.

Le envió por correo una tarjeta personal con  una nota presentándose y pidiendo permiso para llamarla por teléfono. (ay! la reverencia de los Frenchos por la comunicación escrita: si no es sobre papel, y de ser posible con tinta – no birome – no existe...).

Ella no vivía en París, pero estaba a rápido alcance gracias a los trenes de alta velocidad. Se hablaron y escribieron mails durante un par de meses antes de conocerse en persona. De ahí en más todo fue muy rápido y en menos de un año se casaron. Eso sí: en un principio solamente por civil. El casamiento religioso lo hicieron recién un año más tarde,  porque el catering que ambos preferían para la gran fiesta no tenía fechas disponibles hasta entonces.

El epílogo de esta historia son dos niños adorables a quienes les cuento cuentos a la hora de acostarse cada vez que los visito y que ya he convertido en adictos furibundos a la chocotorta y  los alfajores Cachafaz.

Cada vez que me reencuentro con ellos, me envuelve un manto de vergüenza, me siento descolocada por mi rusticidad, mi falta de sofisticación, mi … Sudaquez?


  •  Yo hubiera agradecido hasta en arameo a cualquier amiga que me hubiese hecho marketing y convencido a un potencial príncipe azul para que me llame por teléfono.
  •  Me hubiese contentado con choripán y buen vino para festejar el casorio con el hombre de mis sueños
  •   Y de todos modos, así como pasó allá, esto nunca hubiera sucedido en Argentina: más que seguro que la tarjeta del Romeo jamás hubiera llegado a destino, puesta a la merced de nuestro bienamado Correo Argentino.


Buenos Aires, año 2016 – Laura escribe muy bien. Cuando un diario prestigioso publicó uno de sus cuentos recibió muchos elogios y un lector la contactó declarándose ferviente admirador. No terminaba de entender cómo a través de una cuenta del diario logró contactarla. (Yo tampoco lo comprendo, pero no es para sorprenderse: siempre estoy un par de clicks retrasada en lo que a redes sociales se refiere).

 Intercambiaron algunos mails y el hombre parecía interesante. Laura se permitió explayarse bastante sobre su vida, sus gustos, y sus etcéteras, total … el sujeto vivía en la otra punta del país.

La sorpresa no se hizo esperar mucho y de pronto un día, el hombre anunció que vendría a Buenos Aires y qué tal si se juntaban para tomar un café?

Laurita tardó casi dos días en contestar. No sabía qué hacer. Claro que el hombre la había halagado, le decía que le encantaba su forma de escribir, parecía divertido,  encantador  … pero de ahí a encontrarse con un desconocido?

Cuando me llamó para contarme todo esto lamenté no haber estado en Tanzania. La responsabilidad me parecía tremenda. Por supuesto que quiero lo mejor para mi amiga, pero ella es tímida, crédula y confiada y yo soy todo lo contrario. Y de todos modos, en un caso como éste, qué era lo mejor?

Le pedí, que me mantuviera al tanto de lugar y horario del encuentro. Le repetí mil veces que tuviese el celular a mano para poder llamarla con cualquier excusa y así hacer saber al personaje que mi amiga no estaba sola.

Partió al encuentro armada de todo el coraje que cabe en sus 45 kilos repartidos en poco más de un metro y medio de estatura, y yo me quedé en casa comiéndome las uñas de desesperación.


La llamé un par de veces y la noté bien. Su tono de voz era el normal y se las arregló para darme a entender que no había ningún problema.

Yo seguí pronta a llamar al 911, imaginando escenas de horror, y esperando fervientemente que no apareciera descuartizada en la Costanera Sur hasta que  me llamó para avisar que había vuelto (sana y salva!) a su casa.

Me dijo que se rió mucho y en términos generales la pasó bien. Sin embargo, también me dijo que aunque volvieran a encontrarse una docena de veces más,  no se imaginaba jamás teniendo el coraje de encontrarse sola, entre cuatro paredes, con una persona que había conocido “de esta manera”. 

A eso también habría que agregarle que le pareció que él podía ser un par de años menor que ella y que le daba la impresión que eso podía ser un punto negativo para él. (El hombre es el único animal que a veces se niega a consumir carne menos fresca que la que él mismo puede ofrecer).

No voy a mentir. Sentí enorme alivio que – por el motivo que fuese – mi amiga no parecía demasiado embarcada en soñar con un nuevo príncipe azul.

Quizás había que aceptar que no somos millenials, y que las redes sociales no funcionan bien para nosotras. Quizás había que aceptar que en estas cosas somos como los dinosaurios, que se extinguieron porque no supieron adaptarse? Y si, puede ser. Somos de las que creemos que por más que alguien te pida amistad en Facebook, esa persona no es un amigo de verdad.

El otro día leí una nota bastante interesante en La Nación. Contaban como gran novedad que hay cada vez más gente que se harta de las redes sociales. Psicólogos, abogados y otros profesionales explicaban por qué se van alejando cada vez más de Facebook, Twitter, Instagram y todos sus parientes.


Laurita, buenas noticias. No nos amarguemos más. Ahora resulta que no somos obsoletas.  Me acabo de enterar que somos COOL !!!


domingo, 27 de noviembre de 2016

Una buena anfitriona




No me queda más remedio, los voy a tener que invitar”. Su tono lo dice todo: pudo pasar mucho tiempo sin ofrecer ni un vaso de agua cuando el viejo estaba enfermo y mientras que transitaba la reciente viudez. Pero después de dos años ya no da más para posponer lo inevitable. La buena educación, la cortesía, el protocolo  que la rigen la obligan a retribuir alguna vez.

Les digo que vengan tipo 6 o 6 y media y ya está”. Qué te pasa, te volviste yanqui? Tenés pensado morfar cuando todavía brilla el sol?

Pero Mon Dieu, será posible que no entiendas? - justamente a las 6 ya tomaron el té, vienen todos bastante comidos y yo los puedo arreglar con cualquier cosa”.

Ahí reconozco que entré en pánico. Una reacciona en forma incontrolada a todo lo que marcó durante la niñez. Cualquier cosa tal como lo entiende la que se jacta de ser la inventora del sanguche de puré puede ir más allá del espanto tolerable para el paladar humano. Qué podés esperar de la que un buen día fue capaz de agarrar dos rebanadas de pan lactal y un puré viejo y frío en la heladera, y armar eso como venía en un sándwich?

Ella contó mil veces que cuando era joven su madre no le permitía entrar en la cocina “porque ese no era su lugar”. Las manos finas y elegantes no se debían estropear manipulando elementos de cocina, y los bifes y fritangas dejan olor en el pelo. Quién puede tener ganas de lavar, marcar y peinar toda una cabeza por un simple bifacho que se comió en tres minutos?

En estos tiempos de Ni Una Menos, con los temas del acoso y el abuso tan difundidos en los medios, me pregunto cómo se debería llamar lo que sufrimos nosotros. Será maltrato nutricional?

 “- Claro. Me imagino algo simple. Lo importante es juntarse y compartir. Qué tal unas empanadas y vino con helado de postre?” - Sugerí agradeciendo que en este milenio todo eso se consigue por teléfono y llega como por arte de magia a la hora requerida.

Por desgracia, la idea no prendió: “no somos Franceses para invitar a una comida tan Argentina, además, las empanadas las comen con las manos .... un horror cómo quedan las servilletas de hilo y las alfombras buenas siempre terminan con alguna mancha. Cómo se nota que no sos vos la que tiene que andar después detrás de Mary para que limpie todo a fondo  ….”

Lomo al horno con papas a la crema, ensalada y mi famosa mousse de chocolate le pareció más adecuado, dando por tierra con mi optimismo y esperanzas de no tener mucho que hacer para que Señora Madre cumpliera con sus obligaciones sociales.





Llegué el día indicado a la hora convenida con los brazos cargados de todo el catering preparado en casa y fui recibida por una hermana mayor de Grace Kelly, enfundada en un conjunto blanco espectacular. Me dí cuenta que era el mismo que usó para el entierro del viejo (“demasiado calor para negro, y en fin de cuentas, el blanco es el luto de las reinas” había dicho entonces).

Los amigos fueron llegando y cuando ofrecía la primer ronda de bebidas noté una botella de whisky pura malta bien a la vista en el bar. La bífida que existe en mí hizo un comentario sobre lo mal que la pasan algunos, sabiendo perfectamente que esa botella tenía que ser traída por el Lord. Un gélido “sí, este whisky lo dejó él, así que no te lo tomes todo, o comprá mañana mismo otro igual” me puso en mi lugar.

 Como no podía ser de otra manera, la conversación fue directo hacia recuerdos e historias con el viejo. Daniel recordó que una vez en el campo, siendo mediodía, El Francés les ofreció que se quedaran a almorzar, y les sirvieron una gran fuente de arroz blanco. Solo. Nada más. Quizás mis carcajadas estuvieron de más, pero prefiero reír que llorar.

La comida salió muy bien. No estuve demasiado en la mesa porque iba y venía entre la cocina y el comedor. Iba lavando toda la vajilla porque ya sabemos que no hay porcelana que resista a la brutez de las mucamas de hoy en día. Alcancé a oír los cumplidos de los invitados, a todos les pareció riquísima la mousse y mi madre tuvo la humildad de admitir “tampoco es para tanto, debo reconocer que Ella me ayudó un poco”.

Serví el café para todos. Para todos menos yo, porque no quedan más que 5 tazas del juego de Limoges.

La cocina ya iba quedando impecable para cuando se fueron los primeros. Muy egoísta, aproveché para "bajar con ellos" (es decir, huír cuanto antes). En medio de agradecimientos de los invitados, me fui con las palabras de despedidas de la anfitriona “de nada. Por favor, un placer … cierto … a estas alturas … agotada … pero le puedo ver lo  bueno, valió la pena: después de hacerles todo esto, me quedan sobras para no cocinar durante todo el fin de semana”. 



viernes, 18 de noviembre de 2016

El safari




Después de un corto vuelo desde Johannesburgo, llegué a Nelspruit.


Foto: importante - ver en el extremo derecho un container tipo jaula color azul: ahí ponen todos los equipajes de mano que son rígidos. Aunque cumplan con el tamaño y peso requeridos, attaché o carry-on con rueditas y manija son recogidos al lado de la escalera del avión, y devueltos al llegar a destino del mismo modo:  en la pista, al lado del avión. El único equipaje de mano permitido en estos vuelos debe ser blando (como un bolso para el gimnasio).

Volé por Air Link, una subsidiaria de South African Airways. Avión chico en serio. Era un Embraer 135, y tenía capacidad para unos 30 pasajeros. Una sola azafata, una belleza de ébano que podría ser top model en cualquier lugar del mundo, y que se despidió de nosotros con un inusual “gracias por elegirnos. Cuídense y que Dios los bendiga a todos”.




En el aeropuerto de Nelspruit me esperaba mi transfer, que resultó ser un chofer para mí sola en un Toyota (Corolla o similar). Unas dos horas de viaje por rutas impecables. Lo ideal, es poder llegar directamente a Hoedspruit. Desde allí el mismo lodge ofrece el transfer en forma gratuita, pero, son aviones chicos (más chicos aún), y no se pudo conseguir lugar (narrado en este post: http://laveritedelamilanesa.blogspot.com.ar/2016/10/dia-29-entre-noquis-y-zozobra.html).

Me alojé en el Kapama River Lodge. Ya lo dije, pero tengo que repetirlo: si éste es el más básico de los Kapama, no quiero imaginar lo que serán los otros!
Rústico. El rústico con buen gusto y los servicios y todos los detalles que hacen que esa rusticidad a su manera, también sea 5 estrellas. Nada, pero nada mal!




Al llegar a Kapama,  me ofrecieron un trago de bienvenida,  hojas varias con horarios y explicaciones del sistema del lodge y muchas alusiones sobre las bondades del  spa (extra) en el cual jamás pisé. Me interesaba mucho más la pileta. 




De ahí a la habitación y … madre mía! Me esperaba algo bueno, dentro de este estilo falsamente sencillo,  pero superó lo que me imaginaba: la amplitud, la máquina de Nespresso Y la cafetera tradicional, esa bañadera con vista al bush (bosque, yuyos, o como quieran decirle) … los productos de tocador … de locos! Moderada como es mi costumbre,  mandé whatsapp a mis hijos con un par de fotos y el mensaje:  “me morí y me fui al cielo !!!”









Un día de safari empieza a las 5 de la mañana. Te llaman para despertarte, y la gente va llegando al comedor para tomar café, té galletitas y algún bizcochuelo. Un tanto básico, justo lo necesario para arrancar rápido.




El primer safari es de 6 a 9 de la mañana. En los jeeps va  un máximo de 8 personas, con el Ranger (guardaparques) y el tracker (guía). El tiempo pasa volando, no alcanzan los ojos para mirar por todas partes y mientras que uno va viendo todo lo que lo rodea: el camino, la vegetación, los impalas por doquier y de pronto … así nomás, caminando  delante tuyo  como Pancho por su casa, aparece una jirafa, un grupo de cebras, un elefante o un león! 

Se detiene el jeep, te piden hacer silencio, todo el mundo empieza a largar suspiros de admiración, sorpresa, asombro (más el infaltable  grito de alguna desubicada) y a sacar fotos se ha dicho!






Las fotos no son buenas. La mayoría son sacadas muy temprano por la mañana o después de la caída del sol. La falta de luz no ayuda. No se puede discutir que un safari merece algo mejor. Todos mis compañeros de Jeep empuñaban sus Nikkon y sus Canon con teleobjetivos y filtros de un metro de largo, y yo, gatillaba tranquila a veces con el teléfono, a veces con el Ipad. Papelón total! 






Al promediar el recorrido se hace una parada para necesidades “técnicas” de quién así lo quiera/necesite (dónde? para qué están los arbustos y los yuyos?). Mientras, el tracker saca una mesa plegable, le-pone-un-mantel, y aparece un picnic - desayuno. Estos fueron algunos de mis momentos favoritos: parar en medio del parque, bajar del Jeep, mirar a mi alrededor con una taza de café en la mano y decirme "la gran siete ... estoy en Africa!"



Retorno al lodge hacia las 9, con desayuno con todas las de la ley: huevos, salchichas, pancenta, panqueques … el tercero, por si te hubieses quedado con algo de hambre.

A mediodía es el almuerzo, que es todo tipo buffet: hay suficiente variedad como para que cada uno encuentre algo que le guste (desgraciadamente, algunas encontramos que nos gusta casi todo ...).
Eso sí: se nota la influencia del colonialismo Inglés,  porque lo más flojo son los postres.









Después del almuerzo, hay tiempo libre hasta las 4 (pileta, siesta, actividades extras: globo aerostático, paseos a pie – con guía armado -, visita a un centro de rehabilitación de animales … o el spa, que a mi …gracias, pero paso!).



Nuevo safari entre las 4 y las 7, con nueva parada a medio tiempo. Esta vez, con los “sundowners” (los bajados del sol, o “bajadores” del sol en Inglés)  bebidas, alcohol optativo y algunas cosas para picar. Momento ideal para probar carnes y embutidos típicos ... mirá si me lo iba a perder!



Vuelta al lodge y cena entre 8 y 9:30. Esta comida es la única que se hace en otro lugar, el “boma”  (el lugar donde se hace el braai: carnes asadas). También es la única comida donde los lugares están preestablecidos: cada ranger preside “su” mesa con su grupo. Momento para preguntas y escuchar anécdotas de safaris anteriores. Me resultó perfecto, sumamente disfrutable.

Una pareja de recién llegados en la primera noche se negaron a comer con el ranger. Les armaron una mesa para dos (para algo pagan lo que pagan), y a la mañana siguiente, se unieron a nuestro grupo en el safari. Eran de Tanzania. (nos quedamos pensando para qué les interesaría hacer un safari en Sudáfrica, pero … sobre ideas y gustos …). 

Jamás entablaron conversación con  ninguno de nosotros. Iban filmando los recorridos durante un buen rato, y durante el resto del trayecto, miraban una y otra vez sus propios videos.




Había tres Brasileros en nuestro grupo. Los padres con una hija de 20 y algo. 

La madre apareció todos los días con un conjunto diferente, impecablemente peinada y maquillada como para una fiesta.  (A las 6 de la mañana ...).

La niña jamás sacó una foto normal, todo selfies. Venía el elefante, ella le daba la espalda, y se sacaba las fotos haciendo mohínes y con el animal como telón de fondo. A ver: alguna foto para tu Facebook, te lo tomo, pero todas las fotos del safari con la cara de una en primer plano?

El padre se contentaba con mirar  uno o dos videos de partidos de fútbol en cada safari. Apagaba o bajaba el sonido cuando nos aproximábamos a un animal. Hay que reconocer que el hombre era considerado.

Después de tres días, 6 safaris, y unas 20 horas de Jeep acumuladas en mi trasero, me tuve que despedir de Kapama.

Disfruté muchísimo. Volvería mañana mismo. Un viaje totalmente inolvidable. Aprendí muchísimo sobre Africa, su historia, su geografía y su fauna.

Volví - una vez más - con más preguntas que respuestas sobre la especie humana.






Nota: esta es la última publicación sobre el viaje a Sudáfrica.
Los posts sobre los preparativos y el resto del viaje están acá:

http://laveritedelamilanesa.blogspot.com.ar/2016/09/ella-viaja-sola.html

http://laveritedelamilanesa.blogspot.com.ar/2016/09/preparativos-de-viaje.html

http://laveritedelamilanesa.blogspot.com.ar/2016/10/dia-29-entre-noquis-y-zozobra.html

http://laveritedelamilanesa.blogspot.com.ar/2016/10/viajando-solamente-con-carry-on.html

http://laveritedelamilanesa.blogspot.com.ar/2016/11/una-semana-en-sudafrica-resumen-y-datos.html





domingo, 13 de noviembre de 2016

Una semana en Sudáfrica - resumen y datos




Fue una escapada de 8 días a Sudáfrica, porque, quién puede resistirse a una oferta de LATAM de 12.000 Pesos, pagaderos en 12 cuotas ???
Salida desde Aeroparque con cambio de avión en San Pablo y arribo a Johannesburgo. La llegada: un tanto densa -  más de una hora de cola para hacer migraciones. No sabía aún que la partida sería muuuucho peor !!!
Me alojé en el Hotel Garden Court en Sandton:
Limpio, bien ubicado, pileta y jardín. Nada del otro mundo pero conveniente. Quizás lo más interesante, es que tienen restaurant bastante bueno en el mismo hotel, con una terraza agradable para comer afuera si las temperaturas lo permiten. Evita planificar traslados de noche hacia y desde un restaurant.


 Paseé un poco por la zona, fui al famoso Mandela Square, saqué todas las fotos que pude sacar de cuanto jacarandá en flor se me cruzó en el camino, y no mucho más - por esas cosas del cansancio, los pies hinchados y el jet lag.

Al día siguiente tomé el bus turístico para recorrido de la ciudad y alrededores.
https://www.citysightseeing.co.za/johannesburg
 Es excelente, con comentarios perfectamente sincronizados en 12 idiomas diferentes, ameno y matizado con música africana. Pasé mucho tiempo en el Museo del Apartheid, y recorrí (poco) en algunas otras paradas.



Al día siguiente, avión temprano hacia Nelspruit y ruta hacia el safari lodge (Kapama River Lodge). Fabulosas las instalaciones y el servicio, y se trata del más “básico” de los Kapama, no puedo imaginar lo que serán los otros!
http://www.kapama.com/kapama-river-lodge/
El safari fue el plato fuerte del viaje. Si lo volviera a hacer, me lo dejaría para el final. Para terminar las vacaciones con bombos y platillos.
Me quedé ahí 3 días completos. Estuve a menos de dos metros de elefante, leones, cebras, y jirafas. También ví rinocerontes, hipopótamos, leopardos y búfalos. Cumplido con creces el objetivo de ver a los Big Five, y además de infinidad de antílopes, pájaros varios y otros más. (Ya vendrá relato aparte, con más fotos).


Ultima etapa: Ciudad del Cabo
Ahí me alojé en el Molo Lolo Lodge:
http://www.mololololodge.co.za/
Un hotel boutique un tanto atípico. 6 Habitaciones solamente. Una decoración un tanto loca, y no mucho profesionalismo en el servicio, pero … puede resultar divertido para algunos.
Confieso que con pocos conocimientos y pocas expectativas; me encontré con una ciudad que me pareció mucho más linda y amigable que Johannesburg. La zona del Puerto/Waterfront sería el Puerto Madero de ellos, muy lindo. Mercados en las calles para pasearse, Table Mountain omnipresente, y siempre cubierta por nubes también …




Me pasé los dos días haciendo todos los recorridos del bus turístico con el sistema hop on / hop off que tiene 5 o 6 rutas diferentes, y se pueden ir alternando y haciendo combinaciones, como quien fuera en subte de una línea a la otra.
Conocí viñedos preciosos, hice la ruta de la península. No pude subir hasta Table Mountain. El teleférico estaba suspendido por demasiado viento. Pasé una tarde en una playa lindísima … y me faltó tiempo para seguir. La belleza de las plantas y flores en las afueras de Cape Town es increíble, de hecho, hay una ruta conocida como la Ruta Jardín.



El retorno fue muy largo: de Cape Town a Johannesburgo con 7 horas de espera para tomar mi vuelo de LATAM (los muy ### cambiaron el horario del vuelo y no avisaron, me habían puesto en lista de espera y no pude hacer check-in online). El aeropuerto un caos de gente. Algunos comentaron que tardaron casi 3 horas desde el check in hasta llegar a sala de embarque. 
Jamás como en ese día de la partida me felicité tanto de mi decisión de haber viajado con equipaje de mano solamente!!! Si bien no sabía en qué vuelo iba a lograr ir de San Pablo a Buenos Aires, por lo menos, mis posesiones, las tenía todas en la mano.
(lista de lo que llevé como equipaje de mano en mi post anterior)
Demasiado corto. Nada original, todo seguro, muy previsible y aburguesado, pero un buen inicio para una mujer madura que se largó sola hasta Sudáfrica.


DATOS:
Requisitos de ingreso a Sudáfrica para Argentinos: pasaporte con al  menos de 6 meses de validez por delante, y dos hojas completas en blanco como mínimo. Certificado de vacunación contra fiebre amarilla. La misma aplicada con anterioridad mayor a 10 días previos a la entrada al país. En San Pablo, antes de embarcar, nos exigieron presentar el certificado a uno por uno. Me dijeron que el que no lo tiene no se sube al avión, sin excepciones (esto rige para pasajeros residentes en Argentina, Brasil y otros países considerados como zonas de fiebre amarilla).
Salud: la zona del Parque Kruger es zona de malaria. Por lo tanto, se recomienda (que lo confirme el médico de cada uno) profilaxis contra la malaria: unos antibióticos específicos, que se deben tomar por “X” cantidad de tiempo, según de cuál se trate.
Se recomienda tomar todas las precauciones posibles contra los mosquitos: ropa liviana, clara y de mangas / piernas largas. Repelente (el Peaceful Sleep que tienen ellos allá es genial!). Y si alguno considera dormir en carpa, se suele aconsejar también hacer tratamiento de la ropa previo al viaje con Permetrina.
Sol: muy fuerte. Mucha gente usando sombreros. Cada uno sabrá qué factor de protección utilizar.
Dinero: la moneda es el Rand, y a la fecha tiene una cotización muy similar al Peso Argentino. Hay casas de cambio con tasas bastante normales en el mismo aeropuerto. Cajeros automáticos por doquier para poder hacer extracciones de dinero (advertencias abundantes sobre cuidado al extraer dinero, no permitir que nadie se acerque a “ayudar” y elegir aquellos cajeros que tengan policía o personal de seguridad apostados al lado de los mismos). Mucha aceptación de todas las principales tarjetas de crédito, Amex incluída. La excepción: las estaciones de servicio - el pago es en efectivo solamente.
Precios: salvo los taxis, todo lo demás notablemente más económico que Argentina (alquiler de autos incluído). Un ejemplo: un gin tonic en el bar de Kapama: 31 Rand – de haberme percatado antes, me pedía un doble todas las noches! Que fuera en una hamburguesería, o una cena en el restaurante del hotel, jamás una comida superó los 140 Rands, y el promedio bastante más bajo aún.
Movilidad / traslados: En Johannesburgo, el Gautrain:  un tren excelente (moderno, limpio, rápido y super seguro) conecta el aeropuerto con la ciudad.
 Dentro de las ciudades, los taxis son escasos, caros y misteriosos (hay todo un lenguaje de señas con las manos para indicarle al taxista hacia donde uno va, que el turista no domina). No hay colectivos como los conocemos, solamente combis informales, sin paradas ni tarifas visibles, que me han dicho, las usa solamente (o casi) la población local. La gente se maneja con auto propio, alquilado o con Uber.
Para recorrer como turista, el bus rojo lleva a casi todas partes. Si se lo utiliza en una ciudad, guardar el ticket, porque vale para obtener descuento en el pase de las ciudades subsiguientes. A la hora de pedir auto o taxi, lo más utilizado (más confiable y económico)  es Uber.
Los alquileres de autos son bastante económicos, y pueden ser una muy buena opción para evitarse los vuelos internos. Las distancias lo permiten, las rutas son excelentes. Solamente, hay que animarse a manejar del lado izquierdo! El combustible no es caro: entre 12 y 13 Rand por litro la nafta de Shell

Seguridad: Lo primero que me entregó la persona que me esperaba en el aeropuerto fue una comunicación oficial informando que jamás hay que dar un pago por una supuesta multa en efectivo a un policía.  Conocí en el vuelo de ida a un Argentino que me dijo "es muy sencillo - no caminás sola hacia ningún lugar cuando cae la noche". En los hoteles, suelen decir que la única forma de salir a comer de noche a un restaurant es tomar un taxi o Uber. Por cinco noches (excluido el safari all inclusive) no me cuestioné siquiera estas recomendaciones. "Mujer segura vale por dos", me dije y las cumplí al pie de la letra.
No pude dejar de notar la cantidad de alambres, de púa y electrificados también, que "adornan" la mayor parte de las viviendas particulares.



Aéreos: después de la mala experiencia del retorno con LATAM, sumado a las respuestas insípidas de “lamentamos que no lo haya satisfecho nuestra atención en el aeropuerto"  cuando en realidad, jamás se entendió por qué cornos me pusieron en lista de espera para el retorno y menos aún por qué ningún empleado de ellos fue capaz de hacer nada al respecto ni en Johannesburgo ni en San Pablo! … yo averiguaría un poco más sobre South African Airways. 
Los volé en todos mis vuelos internos allá y me deslumbró la cuidadosa atención. 



Sector cabotaje aeropuerto Johannesburgo - micros de pasajeros en animal print !!!

sábado, 22 de octubre de 2016

Viajando solamente con equipaje de mano






Alguien dijo alguna vez que el peso y tamaño permitido del  equipaje tendría que ser el que uno mismo está en condiciones de transportar. Sabias palabras.
El año pasado, me reventé la espalda (perdón, mi Gran Amigo Médico: Ud. sabrá entender que una ignora la  diferencia entre ciatalgia, lumbalgia y todos sus parientes) subiendo la valija de mi amiga a un tren en Marruecos.  Si no fuera porque ella tenía un remedio - que ni sé lo que era -  creo que todavía estaría inmovilizada en Fes.
Si le sumamos a esto que estoy a punto de emprender un viaje que implica pasar por Ezeiza, San Pablo, y Johannesburgo: todos ellos aeropuertos con dudosa fama en cuanto a su seguridad,  me convencí que era hora que pruebe viajar con carry-on solamente.
Soy la feliz poseedora de una valija que mide exactamente 55 x 35 x 25 cms. Lo único que faltaba era hacer listas, pensar y organizarse.
Durante el último mes, estuve chequeando el pronóstico del tiempo en mi/s destino/s (www.accuweather.com) .  El calor de un día y la lluvia del otro avanzan y retroceden en el calendario, pero el resultado final es el mismo: tengo que ir preparada para temperaturas entre 12 y 30 grados y un par de días con algunos chaparrones.
Ayer hice una prueba, armando la valija como si estuviese realmente a punto de partir. La ropa es casi toda de colores neutros, y  las prendas combinables entre sí.
Digamos que 80 % combinable, para el 20% restante … haré de cuenta que soy daltónica y ya está.




Teniendo en cuenta el destino, las restricciones sobre los artículos que se pueden llevar en cabina y tutti cuanti, con esta lista me sobra todavía peso permitido y espacio disponible:
Lista valija:
·         2 pantalones
·         1 bermuda
·         2 remeras mangas largas
·         2 remeras mangas cortas
·         1 camisa mangas largas
·         1 top / buzo – pullover (nylon similar a polar en grosor)
·         1 camperita de lluvia K Way (tela fina como la de los paraguas, pero respirable)
·         1 traje de baño
·         1 pijama
·         3 conjuntos ropa interior
·         4 pares de medias
·         1 par mocasines
·         1 par sandalias bajas, casi ojotas
·         1 chalina
·         1 cartera (para llevar cruzada sobre el pecho). Es de nylon, no pesa ni 5 gramos.
Higiene – productos de cuidado personal:
Pañuelos de papel, cepillo de dientes, dentífrico pequeño, peine, acondicionador para el pelo, crema para el cuerpo, un hidratante para la cara, protector solar, Off en crema, desodorante a bolilla, toallitas demaquillantes y muy poco make up. (Todos los líquidos, cremas y geles en envases de menos de 100 ml. Pongo un poco de film plástico sobre el cuello del envase, antes de poner la tapa, y luego envuelvo cada uno en film).
Otros: 
linterna (ni idea para qué: pero todos recomiendan llevar linterna para safaris …) 2 libros, una percha de plástico (porque no me compré esto: https://store.ricksteves.com/shop/p/travel-clothesline), un poco de jabón en polvo en una bolsa Ziploc y un adaptador de enchufes.
Cartera / objeto personal:
Una pequeña mochila con teléfono, IPad, documentos, tarjetas de crédito, dinero, anteojos,  medicamentos, birome y agenda.
Viajaré vestida con las prendas más abultadas: zapatillas, medias de descanso, un jean, una camisa, un buzo de algodón, una pashmina (siempre me congelo en los aviones) y un saco liviano con múltiples bolsillos.
Envidio y admiro a los que viajan vestidos de Columbia o marcas similares de los pies a la cabeza. Es ropa super práctica, de rápido secado y que no necesita plancha. Yo no la tolero, me dá una sensación “plasticosa” de lo más desagradable.
Uniqlo y compañía también nos vienen revolucionando la forma de vestir. Camperas y chalecos que no pesan nada y que ocupan casi cero de lugar.
En este viaje, me abstengo de llevar perfumes e incluso elegí el desodorante más “insípido” que encontré (Nivea) por el tema de no atraer a los mosquitos.
Relojes buenos y joyas: si no se pueden usar en el país de una, para qué llevarlos a pasear por el mundo?
Candados: llevo un par. El carry-on en los vuelos internacionales será equipaje despachado en los vuelos domésticos en Sudáfrica. (Las franquicias son menores). También, hay ocasiones en las cuales conviene poder cerrar la valija para poner a resguardo cosas de valor … qué sé yo si habrá caja de seguridad en todos los lugares donde me voy a alojar? Y tampoco me consta que el IPad, por ejemplo, quepa en dicha caja, si la hubiera.

Por medida de precaución, por si algo me estuviera faltando, ya chequée: hay un enorme shopping al lado de mi hotel, con todo tipo de marcas,  desde H&M hasta Burberrys y Dolce y Gabanna. Si fuera necesario, con tal de viajar con pocas cosas, es un sacrificio que una podría contemplar!





Actualización: ya de vuelta de mi viaje, puedo confirmar que lo que llevaba en el carry-on fue más que suficiente. No agregaría nada a la lista de lo que llevé. Más bien, iré viendo para futuros viajes si puedo elegir mejor las prendas que lleve (las menos abultadas, las menos pesadas, o las que se sequen más rápido). También puede ser que más adelante considere la posibilidad de comprar otra valija de mano, que sea más liviana que la que tengo ahora.