viernes, 3 de junio de 2016

Francia, primavera 2016






Ausente sin aviso. A menos de 20 días del inicio del verano, Doña Primavera dejó plantados a todos los Franceses.

Hasta ahora, lo único que hay es frío, cielos grises y lluvias, que se van alternando con ....  lloviznas y más lluvias!

Si es clima es un soberano desastre, otro clima que está igual de malogrado es el social. Huelga de los transportes públicos, de los ferroviarios, de los empleados de aeropuertos, importantes faltantes de combustibles. No falta nada. Lo que se dice, un primor.

Lo único positivo que logro destacar, es que como nunca, me he sentido en casa ... los mismos despioles ... parece que sigo en Argentina.

Pero las tensiones sociales en Francia me producen un particular escozor. Si bien vengo de un país del " cul du monde" donde hemos vivido de todo ...   no me puedo sacar de la cabeza que éstos,  cuando realmente se hartaron, usaron la guillotina!

Es una broma constante con mi familia que siempre que vengo, me dicen que "justo ahora" el tiempo se puso feo, pero que hasta la semana anterior había estado muy lindo. Sino, me escriben para decirme que el tiempo de puso divino en cuanto me volví a Argentina.

Hoy fui a despedirme de unos cuantos, y ya les avise que esta vez no se hagan ilusiones: estuve consultando el pronóstico, y va a seguir igual de horrible después que me vaya.

Mañana me voy a París. Viendo lo complicado que está todo, no me animo a tomar un tren desde el Valle del Loira directo hacia el aeropuerto. Demasiadas huelgas, demasiadas cosas que pueden salir mal. Decidí entonces ser ultra prudente y previsora y pasar mis últimas 24 horas en París. Que se le va a hacer, a veces hay que sacrificarse un poco!

Lo que jamás se me ocurrió, es que París se podía inundar. Museos cerrados, autopistas bloqueadas, una estación de tren clausurada (obviamente Austerlitz, dónde pretendía llegar yo ... o acaso no conocemos las Leyes de Murphy?) Todo porque el Sena no para de subir, debido a esta primavera de porquería, que no ha escatimado en ganas de llover.

Miro la tele y veo notas sobre el impacto para el turismo. Te muestran las cantidades de personas que llegan al Louvre con tickets comprados con anticipación, para que un cartel les informe que están trasladando a La Gioconda, y a unos 200.000 de sus compañeros a un lugar más alto y no inundable.

La capital de la moda y del romanticismo está un tanto trastornada. La Ciudad Luz, se ha convertido de pronto en la Ciudad Agua. Todo gira en torno al agua, hasta cuánto va a subir, y qué otro servicio se podría llegar a interrumpir.

Quizás por ahora habría que promocionar París como nuevo destino del turismo de aventura?

"Haga kayak en la línea C de metro, y buceo en el acceso de la autopista A 10"!

Eso sí: traiga el traje de neoprene, porque el agua está muy fría....






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