Día divino! Brilla el sol, temperatura perfecta y ni un poquito de
viento: a votar se ha dicho!
Jamás voy demasiado temprano, no sea cosa que me enganchen para quedarme en alguna mesa. También le huyo al mediodía,
cuando caen las multitudes de los que se creen que van a ser los únicos en ir durante el
horario de almuerzo.
Algunos dicen que es genial ir a ultimísima hora, pero eso sí que no
puedo: soy demasiado ansiosa. Me da miedo que surja cualquier imprevisto y
quedarme sin poder ir a votar.
Entonces, temprano pero no tanto, fui a votar a una escuela que ni
sabía que existía, pasando más o menos 6 otras escuelas públicas en el camino y
más cerca de mi casa … cómo es que hacen, cómo lo logran, que en cada elección
me toca votar en un lugar diferente? Misterios …
Estrené mi documento nuevo, aquél que sustituye al cuarto modelo de documentos únicos (si son
únicos, por qué cambian todo el tiempo?), aquél que realmente creí que era el
único y definitivo, aquél que guardé con amor y cariño desde el día que me lo
dieron, a los 18 años. Me parece que en
la generación de nuestros padres, la libreta de Enrolamiento o la Libreta
Cívica eran el documento válido para votar a lo largo de toda una vida. Ahora,
no sé qué se cambia más seguido: nueva versión de iPhone, o nueva versión de
DNI?
Noté que vuelven a dar troqueles como constancia de voto. Mucho
documento nuevo, pero si no fuera por el viejo DNI, devenido guarda-constancias,
no sé dónde joracas guardaría los troqueles!
Después del voto, me junté a tomar cafecito con una amiga. Meta
noticias y chismes, justamente estábamos hablando de nuestros respectivos hijos
cuando le entró un mensaje de texto de uno de sus hijos (estudios
universitarios completos, el pibe). Lo lee, se ríe, y me lo lee en voz alta “Vieja, se necesita algo más para votar,
aparte del DNI”?
Yo le hubiera contestado que tenía
que llevar la primera orina de la mañana!!!
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